¿Rojiblanco o azulgrana? // H.Fort

31. Culpa

Haizea Mendizabal
16 de mayo de 2024

–Maia, ¿que haces aquí?– Pregunto al verla levantarse en cuanto salimos de la habitación.

–Me enteré de lo que pasó y vine pero tu hermanito me echó– Mira mal a Aratz.– y he estado aquí toda la noche.– Termina de explicar señalando las sillas de la sala de espera.

–¿Has estado toda la noche aquí?– Pregunto impresionada.

–Si mi mejor amiga está en el hospital vengo a verla, ¿no es obvio?– Cuestiona indignada.

–Si, si...– Murmuro y ella me da un gran abrazo.

–Me asusté mucho cuando tu madre me llamó diciéndome que te desmayaste y que estabas en el hospital.

–Estoy bien.– Digo como por décima vez hoy.

–Pero debes comer.– Hago una mueca cuando me dice eso pero asiento para que no insista.– Venga, vámonos.

Ambas nos subimos en la parte de atrás del coche y veo como está escribiéndole a Pau.

–¿Que te traes con él, eh?– Investigo curiosa e intrigada.

–Aún nada...

–Pero...– Hablo para que continúe.

–Pero puede que haya habido algún beso.– Susurra y noto sus mejillas sonrojarse.

–¿Que? ¿Y como no me lo has contado?– Pregunto indignada.

–O estabas borracha o intentando olvidarte de Héctor así que no me pareció buena idea hablar de mis logros cuando tú estabas pasando eso.

–Hablas como si fuera una alcohólica.– Ignoro lo último que me ha dice sobre él.

–En las fiestas lo eres.– Responde divertida.

–Solo fue un día.– Me mira con los ojos entrecerrados.– Bueno, dos, pero tenia justificación en uno.– Me excuso y ambas reímos.

(...)

Oigo la puerta de casa abrirse y miro a mi amiga confundida.

–Iré a ver.– Me dice saliendo de mi habitación.

Escucho voces pero no vuelve después de algunos minutos así que yo también salgo encontrándome a mi hermano, mi amiga y...

Héctor

–¿Que...– Maia me interrumpe.

–Yo creo que me voy a ir yendo.– Habla y desaparece sin decir nada.

–Y yo también.– Murmura el mayor.– Cuidadito con lo que haces.– Le dice a Héctor y se va.

Estamos solos ya que en cuanto llegamos mi madre se fue a trabajar. 

Miro hacia arriba para verle a los ojos y noto la preocupación en ellos.

–¿Que pasó? ¿Por qué te desmayaste? ¿Estás bien ahora?– Habla rápidamente notando su nerviosismo mientras se acerca a mi.

–Tranquilo....

–¿Como quieres que esté tranquilo cuando me he enterado que has estado en el hospital porque te desmayaste? ¿Que pasó?– Se altera.

–Me desmayé.– Explico sin querer dar detalles aunque ya lo sabe.

–¿Por qué?– Insiste.