(Zoro y Tashigi) One piece [Limón]

29 Ellos apresurados

Al día siguiente

Ellos se acercaban a la isla cuando vieron a lo lejos un barco de la marina.

—¿Son ellos? —preguntó Robin, quien fue la primera en notarlos.

Usopp se aproximó a estribor para ver mejor.

—No hay duda, ¡son ellos! ¡Rápido, hay que aventarles la Marin!

—¿Cómo que aventarles?

—Ya sé, podemos decirle a Luffy que la arrojé desde aquí. ¡Podemos usarla como resortera!

—¿Y cómo crees que nos pagarán la recompensa?

—¿¡Qué?!!

Zoro vio a Tashigi correr hacia adentro después de avistar el barco de Smoker y la siguió.

Al entrar, no se le ocurría dónde podía estar, pero escuchó un murmullo.

—No puede ser, ¡ya están aquí! Creí que tardarían más... ¿Cómo le explico?

—¿Qué es lo que tienes que explicar?

—¡Haaaaa! ¡No me asustes así!

—¿De qué estás hablando? ¡Baka!

—¿Por qué estás aquí? ¿Acaso me estás siguiendo?

—Bueno, quería saber por qué te ocultas aquí dentro cuando deberías estar esperando al barco allá afuera.

—Es que quería revisar si tengo todo para no olvidar nada.

—Te traje con lo puesto; esa ropa te la dio Nami.

—Sí, bueno, es que...

—¿Por qué estás nerviosa?

—Bueno, estoy aterrada. Ya sabes por lo que va a pensar Smoker.

—¿¿¿¿De qué?????

—¡De nosotros! ¡De que nos acostamos!

—¿Acaso piensas contárselo?

—¡No! ¡Pero me conoce! ¡Se dará cuenta!

—Nadie puede darse cuenta de algo así.

—Lo conozco y sabrá que le oculto algo, y comenzará a hacer preguntas y...

—¡Oee! —exclamó Zoro, sujetándola de ambas mejillas y aplastándola—. En cuanto te vean, solo querrán saber si estás bien.

—Es cierto, quizás solo exagero y... está bien, está bien. —murmuró mientras se sujetaba el pecho—. De acuerdo, allá voy.

Zoro se sorprendió al verla caminar firmemente hacia el pasillo. Él la siguió y, al llegar allí, ella se detuvo.

—Una cosa más. ¿Cómo me veo? —Un silencio se prolongó y Zoro la observó, sorprendido por la pregunta.

—¿Qué cómo te ves? —preguntó ante la mirada confusa de ella al verlo no responder—. Te ves nerviosa y esa confusión que tienes, hace que me pregunte si tus dudas son porque quieres quedarte conmigo...

—Zoro yo...

—No, déjame terminar. Sé que es arrogante pensar así, pero me gusta cada parte de ti: tu sonrisa, tus ojos debajo de esos enormes lentes y me debilita el pensar que ya no te tendré cerca de mi.

—Zoro, yo... -Susurro ella pero el sonido del barco de la marina cerca los alerto.

—No digas nada y apresúrate; seguro los demás te están buscando.

—¡Zoro espera un minuto!..

—Y ahora qué sucede?

—Quiero que me lo hagas!!