Bianca
—En orden, Bianca.
Me sorprendía ese tono severo que tenía mi padre, pues él no era alguien que se enojara con frecuencia, así que esto era algo nuevo.
—¿Recuerdas que te conté la macana que me mandé con un chico a la salida del boliche? —abrió los ojos con sorpresa, pero asintió al cabo de unos segundos— Pues es él. No llevamos mucho tiempo juntos, apenas ayer decidimos empezar algo serio…digamos que estuvimos unos días a prueba y…No te lo dije porque primero quería estar segura de que esto iba en serio, porque. —tuve que tomar una bocanada de aire para continuar, pues estaba hablando demasiado rápido a causa del inmenso nerviosismo.
—¿Qué edad tiene? —tragué saliva ante su pregunta y titubee un poco antes de responder.
—Es más chico que yo. —no había nada en su mirada que me indicara que estaba en desacuerdo con mi respuesta, pero me inquietaba bastante que se mantuviera tan neutral a la situación.
—¿Con cuánto?
—Tres años. —resopló al oír tales palabras y no dudó en pasarse la mano por el cabello.
—¿Se dedica a algo por lo menos? ¿O sigue dependiendo de sus padres? Si es lo segundo, desde ya te digo que no estoy de acuerdo, porque una cosa es la diferencia de edad y otra es la diferencia de responsabilidades. —lo interrumpí.
—Es futbolista. —expresé, con cierto miedo en mi voz.
Se quedó en silencio, se tapó la cara con las manos y pude escuchar como respiraba con pesadez, como si estuviera enfadado. Tragué saliva y me preparé mentalmente para el mayor sermón de mi vida.
—Es una figura pública. —dijo en voz baja y apartó las manos de su cara— ¿Si caíste en cuenta de que te estás metiendo en un lío, no? —asentí— Bian, no somos una familia que acostumbre a estar bajo el escrutinio del ojo público, somos personas normales, con trabajos convencionales ¿Qué vas a hacer si todo explota? Asumo que aún no han blanqueado su relación a los medios ¿Qué va a pasar si…?
—No sé. —respondí— ¿De verdad va a ser tan diferente?
—Dependiendo que tan conocido sea, de si viene de una familia de futbolistas o de si es el primero, pero si su peso es imponente, vas a tener que olvidarte de llevar una vida como la que llevas hasta ahora. —las manos comenzaron a temblarme, y a este punto, mi labio inferior picaba debido a la fuerza con la mis dientes se presionaban sobre él— El mundo de la farándula argentina es un infierno, Bian. No van a dejarte tranquila nunca, vas a tener que oír y leer muchas cosas sobre ti que no van a tener ningún sentido. No me voy a oponer a que estés con él si lo quieres, pero debes ir haciéndote a la idea de que muchas cosas van a cambiar en tu vida si lo de ustedes sale a la luz. —asentí y busqué alguna excusa barata para escabullirme hacia mi habitación.
Necesitaba un tiempo a solas para poder pensar y analizar todo con mas detalle. No quería echarme hacia atrás, pero tampoco podía ignorar las palabras de mi padre.
Sabía que su intención no era causarme miedo, pero no podía evitar sentirlo. Él tenía razón, no estábamos para nada acostumbrados a tener la atención puesta sobre nosotros, y aunque tuviéramos una posición económica muy por encima de la media, había algo de paz y tranquilidad en nuestro privilegiado estilo de vida. Quizás me había equivocado al pensar que no había mucha diferencia entre Sam y yo, cuando en realidad si la había y la brecha era bastante amplia.
Sam estaba bajo el ojo publico desde incluso antes de nacer, había crecido con periodistas siguiendo sus pasos desde que era un niño y que lo seguían haciendo hasta ahora. Era obvio que eso no iba a parar y que se iría intensificando con el paso del tiempo.
Una presión se instaló en mi pecho de tan solo imaginar los posibles malos comentarios que podría llegar a hacer la gente si lo nuestro saliera a la luz. Tragué saliva con fuerza, sintiendo como mi garganta dolía a causa del nudo que se me había formado.
—No lo pienses demasiado, Bianca. —me dije a mi misma en voz baja y traté de convencerme de que nada saldría mal, pero no era tan fácil callar mi mente.
«Me voy a encargar de partirles la boca a cada persona que se atreva a hablar mal de ti»
Recordé sus palabras y busqué algo de paz en ellas.
No era justo, él lo estaba dando todo y yo me echaba cada vez mas hacia atrás por cosas que aún no habían sucedido. Sam se había encargado de depositar su confianza en mi, de entregarme su corazón y de aceptar cada estúpida condición que yo le ponía, y yo no le estaba entregando ni la mitad de todo lo que él me había dado.
«Tú verás si avanzas o te estancas»
Las palabras de Alexis hicieron eco en mi mente y cierto valor se instaló en todo mi cuerpo.
Ya había renunciado a muchas cosas en mi vida por culpa del miedo, no podía dejar que algo así volviera a pasar. No iba a dejar que pase, y aunque costara, estaba dispuesta a hacerle caso a mi corazón por primera vez en toda mi vida.
Esta vez elegía avanzar.
Holi
Hoy habrá capítulo doble, solo les pido que me den un tiempito para que corrija algunas cositas del siguiente.
Muchísimas gracias por tenerme tanta paciencia ❤️
Lo son todo.
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Fuera de juego [#2]
RomanceSamuel Godoy no es el futbolista más destacado de Argentina, tampoco es el más conocido de sus hermanos, pero hace sus más grandes intentos por ocupar un lugar digno de su apellido. Jugador de la reserva de Boca Juniors, foco de críticas y comparac...