Capítulo 30

1.9K 363 41
                                    

Aemond observó a Hermione.

Era raro que tuviera el cabello recogido, pero en este día tenía el cabello alisado (no sabe cómo domo esa melena esponjosa) con muchos broches de flores de piedras preciosas y un vestido color azul oscuro que resaltaba su piel algo morena.

Los alumnos suspiraron, la futura Heredera Dagworth-Granger era hermosa, no había duda.

En sus brazos cargaba al cachorro de Jacaerys y a su lado estaba Weasley, que le hacia muecas a Baelon.

Chillidos de emoción no tardaron en hacerse presente. Cada mujer estaba fascinada con el recién nacido.

— Será un niño hiperactivo. — dijo Hermione mirando al bebé que ajustaba sus regordetas manos la manga acampanada de su vestido.

Lady Euphemia y Lily asintieron, no por nada baelon era un Potter, nieto de unos mereadores.

Aemond permaneció cerca.

La sangre Targaryen que tenía el hijo mayor de Rhaenyra se dejó ver en Baelon , una pelusa mezclada entre dorado y plata, y tenía unos ojitos color lavanda suave.

Los targaryen-strong sonrieron junto a los Potter, su querido niño era una belleza.

"Obvio, teniendo buenos genes".

—Esperemos que saque la belleza de Helianthus — río Weasley a Jacaerys. Quien sonrió mirando al bebé.

Helianthus río de igual manera.

ㅡ Tendrá buenos genes, ambos padres tienen lo suyo.- dijo Marlene divertida.

Y nadie puedo negarlo, era cierto.

—Bueno, en unos meses serás tío nuevamente — dijo Helianthus mientras extendía sus brazos a Hermione pidiendo a Baelon en sus brazos.

—Escuchamos las buenas noticias — dijo madre a su lado. La reina usaba una buena máscara para tapar su incomodidad ante el nacimiento del bebé, peor aún, que este bebé tuviera la apariencia de un Targaryen — Princesa Baela, muchas felicidades por el próximo bebé.

Rhaenyra suspiró fastidiada de aquella versión de su amiga y pudo ver qué Alicent también lo estaba.

—Gracias, su Gracia— sonrió Baela con su brazo entrelazo al del Weasley mayor.

Lucerys, el mocoso saca ojos, se colocó detrás de Helianthus, solo alzando un poco en sus pies para ver al bebé.

Aemma suspiró, deseaba que no sucediera una guerra una vez Viserys muriera pero sabía que sería inevitable con Otto siendo una rata.

—¿Puedo cargarlo? — preguntó la pequeña bestia.

Rhaenyra torció el labio al escuchar como llamaba a su hijo. Pero, no dijo nada.

—Pero ten cuidado con su cabecita— respondió Potter pasandole al bebé, le indicó como agarrarlo y cómo manejar el pequeño cuerpo.

Su madre se fue dirigiéndose a Rhaenyra, Daemon, los tutores de Potter y la princesa Rhaenys.

Los mencionados bufaron, odiaban a esa versión de la jóven Alicent.

Aemond se quedó cerca de Hermione mientras miraba al mocoso Velaryon, ella giró su cabeza con una ceja arqueada, mirándolo fijamente al ojo.

Helena sonrió negando y miro a su esposo quién asintió.

"Su hija le leía la mente al príncipe tuerto" .

𝑳𝑬𝒀𝑬𝑵𝑫𝑶 𝙏𝙃𝙀 𝙒𝙄𝙏𝘾𝙃 𝘼𝙉𝘿 𝙏𝙃𝙀 𝘿𝙍𝘼𝙂𝙊𝙉 𝙍𝙄𝘿𝙀𝙍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora