Los Lassen.

23. Un nuevo encuentro

LEER PORFAVOR!!

Necesitaba saber si algun@ de las lectores/as sabe realizar booktrailers. Agradecería mucho su ayuda.

FOTO MULTIMEDIA: Supongo que así me la imagino a NATALY. 

Di lentos sorbos a mi vaso de refresco, sin despegar la vista de la mesa y mi comida. No había podido cruzar miradas con Aaron desde que bajé para comer, aunque nadie parecía darse cuenta de ello. Los trillizos se hallaban sumergidos en una discusión acerca de qué videojuego era mejor, el resto se limitaba a escucharlos y opinar si era necesario.

Cris me apretó la pierna por debajo de la mesa. La miré por el rabillo del ojo y vi cómo enarcaba las cejas pidiendo explicación de mi comportamiento. Encogí los hombros y apreté los labios, sintiendo como mis mejillas se tornaban color carmesí nuevamente.

Larry se aclaró la garganta y todos se mantuvieron en silencio. Lo miré con curiosidad, debido a que todo eso del "almuerzo familiar" era bastante extraño para mí, y sentía que tenía que haber alguna explicación detrás de cámara.

-Yo... -Carraspeó. –Sé que todo esto parece un poco extraño, pero lo cierto es que me alegra mucha tenerlos a todos aquí. No quiero parecer demasiado cariñoso y empalagarlos diciendo que los "quiero mucho" o los "aprecio", pero últimamente he sentido que nos hemos distanciado. Al menos yo de ustedes, siendo que antes pasábamos más tiempo juntos. –Encogió los hombros restándole importancia. –Además, sería alguna clase de bienvenida para René y Nataly.

Observé a los hermanos que sonrieron en agradecimiento. Nataly le guiñó un ojo a Larry y René sólo asintió en su dirección.

Luego de terminar la comida, dejé que se encargaran de levantar la mesa y lavar los platos. Me dispuse a subir las escaleras pero una mano me detuvo.

-Hoy en la noche saldremos todos. –Dijo Charles mirando hacia atrás. –Supongo que nos lo merecemos.

Le di un suave empujón en el hombro y seguí mi camino.

Por supuesto que estaba de acuerdo en cuanto a tener un respiro. El anterior día había nos habíamos desvelado y debía admitir que aún tenía sueño.

Llegué a mi habitación y me recosté en mi cama. Coloqué el despertador en mi teléfono móvil y cerré los ojos, relajándome inmediatamente.

Aaron

El pitido del celular de Mía me despertó. Mía se revolvió para apagarlo y dejar salir un largo suspiro, acompañado de un bostezo.

-¿Te apoderaste de mi cama ahora? –Gruñó pasando un brazo por mi pecho.

-También del baño. –Bromeé sintiéndola tensarse.

Colocó la almohada en su rostro y gimió frustrada.

-Olvídalo antes de que te obligue a hacerlo. –Dijo, sus palabras salían amortiguadas.

Con mis manos dibujé círculos en su estómago para tranquilizarla, lo cual pareció funcionar. Ella se levantó de un salto y restregó su rostro, revolviendo su cabello.

Mía

El bar que los trillizos habían escogido no era nada fuera de lo común. Lo único que se podía resaltar era lo lleno que estaba, aunque no veía ningún beneficio de aquello.