En My Hero Academia con un sistema Gacha de Jujutsu Kaisen

13 - Una píldora amarga

La ciudad de Musutafu era una ciudad especial.

Era tu ciudad corriente ubicada en la prefectura de Shizuoka. A unas 2 horas en tren del orfanato en el que vivo.

Sin embargo, había varias ubicaciones clave con puntos potenciales esperando ser reclamados de Musutafu.

Lugares como el apartamento de Midoriya, el parque de playa municipal de Takoba, la estación de Tatooin, la casa Todoroki, Aldera Junior High y, finalmente, U.A. Escuela Secundaria.

Pero hoy no estuve aquí para ninguna de esas ubicaciones.

No, estaba aquí para visitar a mi viejo huérfano y amigo. Hase Keiko.

"Este debe serlo". Miré desde el GPS de mi teléfono a la impresionante casa de dos pisos. Una bolsa de galletas elegantes en mi mano derecha. "Hm, no está mal".

Zaiko gruñó desde su lugar en mi hombro mientras también miraba por encima de la casa.

Mi divertida reunión con mi editor, afortunadamente, sólo duró dos horas.

Asuka era una persona bastante divertida para meterse. Como era de esperar, mi corta edad la había tirado por un bucle. Mientras la veía tartamudear y disculparse por ser grosera fue gracioso, se recuperó rápidamente y ambos nos pusimos a la obra.

Ella había intentado imponer a escondidas algunos ritmos de historia y sugerencias para mi historia, como todos los editores de manga intentan hacer, pero rápidamente cerré esa mierda y le dije cuáles eran mis planes para mi historia. Asuka se sorprendió de que solo tuviera tantos capítulos en mente durante la duración de mi historia y que no quisiera que se ejecutara durante años.

Asuka inmediatamente trató de disuadirme de esto debido a la gran popularidad de mi historia. Sin embargo, cuando mencioné que tenía otra historia planeada una vez que TMNT estuviera terminado, ella cambió rápidamente su tono y me salpicó de preguntas.

Esta versión de Japón no estaba lista para que Dragon Ball Z cayera. Este es para ti, Toriyama. Tu leyenda vivirá en este mundo inculto.

"¿Qué tenemos aquí?"

Di un paso adelante y leí la placa de identificación junto a la puerta de la casa. Yoshiyuki, leyó. Me acerqué y presioné el timbre en el pilar de piedra de la puerta de la casa y esperé. Mientras esperaba, miré hacia la casa de al lado, donde un cuervo negro estaba encaramado en su techo. Le asentí con la cabeza a Megumi, haciendo que asintiera.

Por mis llamadas a lo largo de los años con Keiko, me había dicho que su nueva familia era aparentemente súper maravillosa y amigable. La habían apoyado mucho y eran cariñosos con ella. Me alegré por ella. Realmente lo estaba. Era una chica dulce que había pasado por el infierno muy temprano. Ella merece algo de felicidad.

No fue hasta hace poco que insistió en que viniera a conocer a su familia. Algo que había estado posponiendo todo el tiempo que podía.

No porque no quisiera.

Por supuesto que no.

No, se debió a lo ocupado que he estado últimamente y a mis escapadas nocturnas. Pero Keiko finalmente había tenido suficiente y me ordenó que viniera hoy.

Mujer obstinada, e, niña.

"¡Sou-chan!"

Keiko salió corriendo por su puerta principal y abrió la puerta principal de su casa para saltar a mis brazos. Tenía una gran sonrisa en la cara mientras intentaba exprimir la vida de mi cuerpo.

"¡Estás aquí! ¡Por fin estás aquí! ¡Te has vuelto más alto!"

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"Cálmate, Keiko", dije con una pequeña sonrisa, haciéndola reír. "Aplastarás mi regalo".