No Tengas Miedo

Luna y estrellas

- Cariño despierta - susurra Max en mi oído..
Yo gimo un poco y me incorporo a regañadientes. ¿Por qué me despier...?
¡dios no! Me he quedado dormido y se supone que tenía que dormir en casa. Mi madre me va a matar.
Me siento de un salto en la cama y Max da un respingo hacia atrás.
- ¿Que pasa? - pregunta un tanto asustado
- Tengo que llegar a mi casa...
Entonces me corta las palabras y la respiración dándome un suave beso.
- Tranquilo, llamé a tu madre para decirle que era tarde y que te quedarías conmigo, creo que le caigo bien.
- Dios... Que susto
Y al mirarnos abro mucho los ojos y me ruborizo muchísimo. Estoy completamente desnudo y él también . El contacto de nuestras piernas desnudas desprenden una electricidad inimaginable. Todos mis poros quieren vibrar con él.
Me vienen los recuerdos de la mejor noche de mi vida.
Cuando nos fundimos me sentí parte de él. Me sentí uno. Su cuerpo y el mío se rozaban haciéndonos arder mutuamente, la cosquillas, calambres... Todo era perfecto, todo me lo causaba él..
También recuerdo un poco de dolor pero se fue sustituyendo delicadamente por el placer hasta que mis sentidos querían más y más.
Al final caímos tendidos en la cama con una sonrisa de oreja a oreja, diciéndome que me quería y que había sido la mejor noche de su vida.
Ahí fue cuando me di cuenta de que lo amaba. Lo amo tanto que por él movería montañas..
Me pone una mano en la cadera y me atrae hacia él. Veo que ese sólo contacto hace despertar sus deseos más oscuros y eso también me enciende a mi.
Trago saliva y me pone encima suya. Ahora mismo estoy besándolo sentado encima de él.. Puedo notar como su miembro se despierta rápidamente
- oh... - digo y gimo
- ¿Por qué me haces esto?
Le brillan los ojos del deseo..
- ¿el qué?
- Volverme loco
Esa palabras me sacuden como sí fuera un jarro de agua fría. Me despiertan, me ponen alerta..
- Tu a mi también me has vuelto loco. Desde qué te conocí todo ha sido una locura..
Me coge la nuca con la mano y me tira hacia él para que le bese. Y lo hago. Claro que lo hago, muevo la boca ansiosamente, tengo hambre de él, de su sabor, de su olor..
No puedo esperar más y empiezo a probar su piel. Empiezo por su nuez, bajo por su garganta, beso sus brazos , sus bíceps, los pectorales y poco a poco sigo provandole. Los abdominales... Todo es más apresuradamente que la primera vez por que una vez pruebas la droga quieres más y más y no puedes esperar demasiado tiempo, para mi Max es mi droga.
Cuando llego a su estómago succiono la zona y respira profundo y entrecortadamente. Se me escapa un gemido de placer cuando siento que le gusta.
Recorro su ombligo con la lengua hasta que otra vez tengo sed de él y voy a por mi objetivo, su boca.

Cuando llega la hora de irnos nos duchamos y nos vestimos. Ha sido una mañana agotadora y sensual y eso me encanta. He descubierto una parte de mi que no había descubierto hasta ahora. Y todo gracias a Este chico de ojos oscuros y sedientos de mi.

En el camino de vuelta tengo un remolino de mariposas en el estómago.
Este chico me tiene enamorado.
Después de todo lo que ha pasado con Mih, el beso de Dana a Max, la desconfianza... Después de todo esto parece que ya ha acabado y por primera vez  ha terminado bien .

Entonces el recuerdo de Dana me viene a la mente...¿Qué le habrá ocurrido? Después de haber huido con Max se me olvidó llamarla (Estaba ocupado en otras cosas...)
Tengo ganas de llegar a mi casa para enterarme de lo que haya podido ocurrir. ¿La habrán arrestado? Espero que no.. ¿Y Mih? Sé que no debería preocuparme por él pero soy así..

Al llegar a mi casa mi madre nos está esperando. Tiene una sonrisa de oreja a oreja y sus cabellos rubios rizados se ondean con el pequeño viento que nos rodea.

- Mamá.. - me acerco a ella con el casco puesto y sin despedirme de Max (al fin y al cabo hay que fingir) - ¿Sabes algo de..?
Ella mira hacia abajo y la sonrisa le desaparece de la boca
- Está detenida ... Me lo ha dicho su madre por teléfono.
Algo se parte dentro de mi. Es mi culpa, por mi culpa la han cogido. Ella me dijo que saliera corriendo con Max y yo no rechisté...
Un lago de lágrimas se apoderan de mis ojos.
Entonces Max me mira con cariño desde una distancia prudencial. Sabe que no quiero que mi madre se entere, aun no.
- ¿Y los demás?
- A Ona y a Nela también, los demás no lo se
Me da igual la zorra de Ona pero me da lástima por Nela.
Mi madre da una palmada y dice:
- ¡Tengo una idea para que al menos hoy no penséis en vuestros amigos! ¿Nos vamos de cena? Esta noche si te dejan tus padres Max también podrías quedarte a dormir, no hay sitio pero la cama de Ras es de matrimonio así que...
- GENIAL - grito sin querer.
Me ruborizo ante mi indiscreción
- Si señora, seguro que me dejarán- dice con una sonrisa arrebatadoramente sexy.

Estoy en el baño dándome los últimos toques para esta noche.
Me he puesto mi mejor perfume, una camisa lisa blanca y unos pantalones negros con zapatillas blancas.
He querido que pasase esto hace mucho, ir a cenar con mi madre, mi novio y mi padre.
¿Novio? Oficialmente no somos novios pero para mi si lo es. ¿Que sentirá él?
Mientras me miro al espejo me doy cuenta de un pequeño chupón que tengo en el cuello.
Al rozarlo me vienen recuerdos de la anterior noche.. Sus besos en mi cuello mientras me hacía suyo, mientras me hacia sentir parte de él. Aún siento la dulzura de sus palabras susurradas en mi oído "Eres mío, solo mío" o "Siempre te he querido Ras"
Cierro los ojos y lo veo sobre mi, mis abdominales contra los suyos, nuestras bocas chocando..
- Ras, vamos - dice la voz ronca de mi padre.
Yo salgo de mis pensamientos de salgo por la puerta del baño tras un último vistazo.
Al abrir la puerta de madera maciza me pierdo en su pelo marrón alborotado, su mandíbula, sus ojos.. Y él también se ha perdido en mi con una sonrisa que enseña uno de sus colmillos tremendamente sexy.
- ¿Que os pasa? - dice mi padre cortante - parecéis haber visto a un dios griego .
- Lo acabo de ver - susurra Max
- ¿Qué? - dice mi padre
- Nada papá - susurro
Mi madre le pone una mano en el hombro y lo lleva al coche rojo.

En el camino no puedo evitar sonrojarme. Los movimientos del vehículo hace que nuestros brazos se rocen. Y Max no para de mirarme con unos ojos deseosos y brillantes.
Me tengo prohibido mirarle a la boca por que no podría resistirme a besarla. No podría.

Cuando llegamos estamos en "Mr Hamburguer" una cadena muy importante de comida rápida.
Entonces llegamos a nuestra mesa que resulta ser redonda . Max se sienta al lado mía, y, a su vez, al lado de mi padre y yo a la derecha de mi madre.
Pedimos nuestras comidas que resultan ser hamburguesas gigantes.
Cuando todos estamos servidos no madre empieza a hablar
- Dioses del Olimpo, que llena estoy
Todos estallamos en risotadas.
- La hamburguesa estaba riquísima - dice Max
- Y son bien caras - comenta mi padre tan cortante como siempre
- Tranquilo Eliot - llama a mi padre por su nombre - Esta noche pago yo.
Mi madre da un bote de su asiento
- ¡Ni se te ocurra!
- Claro que si, de verdad
Yo observo la escena muy quieto. Es fascinante como parece que mis padres saben lo nuestro. Es la típica escena de suegros con el llerno.
Al final paga Max.
- ¿Y que hicisteis anoche? - pregunta mi madre con dulzura.
Yo me atraganto con el agua y Max disimula sonrojado
- Pues pues nada.. Llegamos cansados y nos dormimos muy rápido .
- ¿Pasa algo Ras? - otra vez mi padre
- No claro..
De pronto mi padre se pone rojo de rabia y pega un puñetazo a la mesa .
-¡No digas que no! Algo raro hay entre vosotros..- grita
- Cariño por favor - susurra mi madre mirando a sus zapatos.
Yo pego un grito y me abrazo a Max instintivamente.
-¿¡Has visto?! Son maricones joder
- PAPÁ!! - grito casi llorando
- No les hables así- dice mi madre muy tranquila
Alza la mano para ir a por mi cuello pero Max sale disparado hacia él y le coge del brazo.
- No toques a mi novio
Yo abro mucho los ojos y me quedo sin aliento. Las ganas de llorar me desbordan y siento un dolor atroz en el pecho.
- ¿¡ TU NOVIO?! - grita incesable
- oh dios! - solloza mi madre
- Papa no sigas por favor - digo llorando
Todo el mundo a nuestro alrededor nos esta mirando.
Empiezo a llorar y me acurruco en mi mismo. Tengo las manos en la cara y el sabor salado me llega a la boca.
- Si mi novio ¡Si joder! Estamos en el siglo XXI asúmelo. Lo amo. Nos amamos. Y aunque no quieras va a seguir así.
Me da la sensación de que esto a pasado mas pronto de lo que se supone que debería de haber pasado pero estoy demasiado atemorizado como para reaccionar.
Ya se han enterado.. ¿Es así como quería que se enteraran? Claro que no. ¡CLARO QUE NO!
Me abrazo el estomago. Sollozo.
- No llores marica de mierda.
Eso me hace saltar. Me pongo en pie y grito. Exploto.
- NO ME VUELVAS A LLAMAR ASÍ. Ni a mi ni a mi novio. Nos amamos y eso es lo importante. Tu encontraste el amor en mamá y yo lo he encontrado en este chico llamado Max. Cada vez que lo miro algo se enciende en mi. Por mucha oscuridad y mentiras que me rodeen siempre lo he tenido ahí aunque mi estupidez hubiera echo que al principio no me hubiera dado cuenta. Y ahora se que siempre lo tendré y que tendrás que aguantarte con este hijo maricón que te ha tocado por que soy Así y no me puedes cambiar. Asúmelo , hay gente distinta a ti.
Mi padre se queda quieto, muy quieto.
- Vámonos , le digo a Max.
Me sigue y cuando voy a salir por la puerta se me ocurre otra cosa mas.
- Y una cosa más papá. No vuelvas a dirigirme la palabra. Te odio.
El va a decir algo mas pero le vuelvo a cortar
- Te odio - repito.