No Tengas Miedo

Tengo miedo

Y así es como todo se va a la mierda nuevamente ¿no? . Todo parece una broma de mal gusto.
Nos hemos venido a un parque que hay cerca de ese sitio para no tener que andar tanto.
Max me tiene entre sus brazos, dice que no piense, que lo deje pasar. Según él, solo es un pronto.
Lo que no entiendo de todo esto es que se haya puesto así, que se haya enterado
¿Quién lo ha podido hacer? ¿Mi madre lo sabia y no ha echo nada para evitarlo?
La mirada de mi madre aterrorizada me viene a la mente y me entra un escalofrío. ¿por qué no hizo nada? ¿Acaso le pega? No creo, mi padre puede ser un grandísimo hijo de puta pero no creo que trate así a las mujeres.
El pecho de Max sube y baja haciendo que las olas me empiecen a nublar la vista. Me estoy quedando dormido pero no puedo. No quiero.
- ¿Tienes sueño? - me dice apretándome más a él.
- Un poco.. Pero no puedo dejar de pensar.
- Ras. Estoy aquí para todo, lo sabes. Me da igual lo que ese cretino diga. Cualquier cosa que haga... Te juro que no voy a dejar que te ponga una mano encima. Me da igual lo que pase. Eres mío y nadie lastima mis cosas.
Me hace un poco de daño pensar que soy "su cosa" ¿A caso quiere decir eso..? No lo entiendo pero estoy demasiado cansado para replicar.
- Pidamos un taxi
- Pero ¿dónde vamos? - pregunto
Me mira con obviedad
- A nuestra pequeña casa. Ahora mismo no podemos ir a la tuya. Y hoy tengo permiso para estar fuera de casa.
- Está bien.. Llámalo .
¿Ahora es nuestra pequeña casa? Nunca lo había pensado así pero aún así se me encoge el corazón.
Cierro momentáneamente los ojos por que el cansancio me está venciendo.
No se que voy a hacer, no voy a encontrar el valor de entrar en mi casa por que si, tengo miedo. Miedo de mi padre ¿qué me hará? Puede que termine lo que empezó al intentar darme una tortazo.
Respiro hondo y Max se pega a mi.
- Eh! Estoy aquí cariño. Todo va a pasar - me lo dice con una voz muy dulce y protectora.
Recuerdo cuando, al tener el malentendido con Max, estuve viendo películas de romances y siempre pensaba que nunca encontraría el amor de ese tipo de filmes. Pero ahora la tengo, por fin me ama quien amo y podré ver como nos hacemos fuertes con el tiempo.
Al menos eso espero.
Recuerdo el día de ayer y me viene una pregunta un poco absurda a la cabeza.
- Una cosa...
Él me mira con dulzura. Es una expresión que me derrite.
- ¿Como es que tienes moto?
El frunce el ceño y se ríe un poco
- Sé que no es legal tener una como la mía pero aun no me han pillado.
Se mete la mano en el bolsillo izquierdo y saca un cigarro y un mechero.
Me remuevo en su cuerpo para dejar el abrazo y me mira extrañado.
- No me gusta que fumes... - digo apartándome un poco de él
- Amor, lo siento, pero no puedo...
- lo sé - le interrumpo- no pasa nada, no voy a obligarte a dejarlo.
Cuando da una calada me acerco a él y le doy un beso suave a la vez que le acaricio la pequeña barba de tres días.
El sabor agrio del tabaco me da en los labios y se introduce por mi garganta. Me da una arcada pero la reprimo. No lo soporto, pero aún así, al separar nuestros labios pongo una sonrisa.
- ¿has visto como puedo soportarlo?
Esta vez él sonríe mordiéndose el labio. Ese gesto me resulta muy sensual, extrañamente intimo.
- Me sorprendes... - y posa un beso en la punta de mi nariz.

Cuando llega el Taxi. Nos montamos y un hombre de barba enorme y con peste a marihuana nos saluda sonriente.
Oh por dios...¿de verdad tengo que soportar esto?
Le decimos la dirección y se dirige a ella.
Max me agarra la pierna ¿con qué fin?
- Max, para - respondo cortante
Estoy demasiado preocupado por lo de mi padre. Max no tiene la culpa y lo sé, pero no puedo evitar estar así.
- Lo siento - me disculpo con la cabeza baja
El me apoya la mano en el hombro y luego pasa a acariciar mi cuello
- No te disculpes, es normal después de todo esto.
Yo cierro los ojos de alivio. Y doy un pequeño suspiro, me reconforta que me comprenda. ¿de verdad lo hace o solo quiere que esté bien? No voy a pensar en nada de eso, ahora no.

Cuando llegamos a nuestra "pequeña casa"
Me guía hacia ella con la mano en la parte baja de la espalda . Su solo contacto me evoca recuerdos de esta mañana. Pero no. No puedo perderme en ellos.
El sueño me llama. Necesito dormir.
- Max... Necesito dormir - digo
- Claro que si - dice a la vez que me coge fuertemente de la espalda y de las piernas cogiéndome en brazos.
Yo suelto un grito ahogado por sus risas.
- vamos - sigue riéndose.
Cuando abre la puerca (conmigo aún en brazos) va a trompicones al dormitorio y me tumba sobre las sabanas blancas deshechas.
- Duerme si quieres - susurra en mi oído.- iré a fumar.
Rápidamente me quedo dormido.
Al despertarme a la mañana siguiente me doy cuenta de que Max no está.
Absorbo el aroma de la almohada y me empapo de su olor.
Es una mezcla a tabaco, sudor y fresas. Es un contraste delicioso. El olor a fresas en un hombre tan masculino...
Cuando me dispongo a abrir la puerta del baño me encuentro con Max haciendo pis. Y doy un salto al mismo tiempo que cierro la puerta. ¡que vergüenza! ¿Ahora cómo le miro a la cara eh?!
Al salir me abraza por la parte baja de la espalda y apoyo me cabeza en su cuello.
De nuevo su aroma.
- Ras te tengo que contar algo
El corazón se me desboca, no puede ser nada bueno.
- Quiero que conozcas a mis amigos, son geniales. En especial a mi mejor amigo. Se llama Paco.
Me relajo al instante. No es tan malo como imaginaba.
- ¿cuando?
- Creo que mañana por la tarde o así, aun no hay nada seguro pero quizá si.
Yo siento que mi vida ahora mismo esta desordenada, mis padres se han dado cuenta de mi sexualidad demasiado pronto. No se quien ha sido. Max me ha llamado cosa.... ¿que pasa? ¿soy el único que sufre por esas cosas?