INVISIBLE STRING [H.S]

57

(...)

Han pasado tres meses desde la semana
de los Grammy y los Brits. Volver a Londres nos ha traído una estabilidad que hacía tiempo no teníamos. Harry está completamente inmerso en la grabación de My Policeman, y verlo tan cómodo en el set me da paz. Yo he estado trabajando en mi álbum, encontrando inspiración en esta ciudad y en los pequeños momentos que compartimos.

Nuestras rutinas suelen ser ajetreadas, pero hemos hecho un esfuerzo por encontrar tiempo para nosotros. Las cenas tardías, los desayunos tranquilos y las noches en el sofá se han vuelto sagradas, un refugio entre tanto caos creativo.

La luz matinal se filtraba por las ventanas de la cocina mientras el aroma del café recién hecho llenaba el aire. Harry apareció en la puerta con el cabello revuelto y una expresión soñolienta, pero adorable. Me acerqué para servirle una taza antes de que pudiera pedirla.

— Sabes que eres mi persona favorita, ¿verdad?  — Dijo, aceptando la taza con una sonrisa perezosa.

— Lo sé, pero el café es el verdadero amor de tu vida — Me reí mientras él tomaba el primer sorbo.

Nos sentamos a desayunar en nuestra pequeña mesa. Había tostadas con aguacate, fruta fresca y jugo, el desayuno habitual cuando ambos estábamos en casa. Mientras partía una manzana en trozos, Harry comenzó a hablar de su día en el set.