Atsushi no Kemono

Capítulo 17: Pérdida

UNIVERSO: NORMAL
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Unas horas antes...

Akutagawa sabía que no podían avanzar más en su captura del usuario de habilidad, sabía que todavía tardaría más tiempo en volver a su universo, y eso lo desánimaba, lo único que lograba devolverle un poco de felicidad era Atsushi y...

—Buenas tardes.— saludó Oda entrando a la Agencia.

—Oda-san.— lo saludó Akutagawa.

Entre las personas en quienes más confía estaba Oda, y verlo aquí era un gran alivio. No era el Oda que conocía, pero seguía siendo él.

—¿Dónde está Dazai?— preguntó.

—Discutiendo con su detective talentoso.— respondió Chuuya, mientras hacía garabatos en uno de los informes sin terminar de Dazai.— Están planeando una forma de atraer al usuario de habilidad.

—Esperaré a que terminen su reunión.— dijo Oda, sentándose junto a Akutagawa y soltando un gran suspiro.

Oda había estado suspirando mucho últimamente, parecía muy cansado, y Akutagawa podría apostar que llevaba días sin dormir, su apariencia era mala. Probablemente todo era consecuencia de su tiempo como rehén en la Port Mafia.

—¿Por qué no nos querrán en la reunión?— preguntó Chuuya.

La reunión era exclusiva de la Agencia Armada de Detectives. Al parecer algunos miembros (Kunikida) seguían sin confiar en miembros de la Mafia. Incluso si Akutagawa no era miembro de la Mafia en su propio universo. Y obviamente no le dijeron a Chuuya que no confiaban en él.

—Bueno, probablemente se trata de una aburrida reunión.— dijo Akutagawa.— Cosas de la Agencia.

—Aunque tú también eres de la Agencia. ¿Has tenido algún nuevo recuerdo?— le preguntó Chuuya, quien había comenzado a doblar una hoja de papel que tomó del escritorio de Kunikida.

—No lo sé.— admitió Akutagawa.— No estoy seguro de qué pensamientos y recuerdos son míos... pero hay algunos que se sienten naturales, se sienten completamente míos.

—¿Cómo cuál?— preguntó Chuuya.

—Como cuando conocí a Atsushi.

Chuuya rodó los ojos, pero Oda parecía curioso.

—¿Cómo lo conociste?

Akutagawa sonrió con tristeza. Conocer a Atsushi fue una de las mejores cosas que le sucedió en la vida, pero su primer encuentro no había terminado bien.

—Lo conocí en la cafetería de la planta baja. Era un día lluvioso, yo me estaba enfrentando al papeleo y... Atsushi entró al lugar. Llamó mi atención desde el principio, sentí que debía estar alerta. Pero entonces comenzamos a hablar... y descubrí que éramos iguales. Jamás había conocido a alguien con quien me sintiera así.

—¿Lo extrañas mucho?— preguntó Oda. No quería parecer entrometido, pero tenía curiosidad por esos chicos desconocidos para él.

—Sí.— admitió Akutagawa.— Él es muy especial para mí, y a veces es un poco imprudente... me preocupa que esté solo...

—No está solo.— interrumpió Chuuya.— Está contigo, ¿no? Bueno, con una versión tuya.

—Esa versión mía trabaja en la Port Mafia, no es confiable.

—¿Tú no trabajas en la Port Mafia?— preguntó Oda. Apenas estaba aprendiendo sobre el usuario de habilidad y todo lo relacionado con los universos alternos.