Atsushi no Kemono

Capitulo 18: El usuario

UNIVERSO: NORMAL
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Cuando Akutagawa abrió los ojos esperaba encontrar a Atsushi frente a él o a alguien preocupado por él. No esperaba ver sangre y a un muerto.

Pero claro, no era cualquier muerto, era Oda Sakunosuke.

Akutagawa estaba sentado en el suelo, justo a un lado. Estaba en un restaurante destruido, consecuencias de una pelea reciente; aún podía oler la sangre y la pólvora en el aire. Cuando levantó la vista pudo ver a Atsushi, Dazai, Chuuya y...

—¿Qué haces aquí?— preguntó Akutagawa.

El usuario no respondió, pero los demás parecían estar de acuerdo con su presencia en el lugar.

—¿Qué pasó?— preguntó ahora Akutagawa.

Comenzaron a salir lágrimas de los ojos de Atsushi, y el chico rápidamente las limpió mientras miraba hacia otra dirección que no fuera el cadáver de Oda.

Akutagawa se sintió extraño al verlo llorar. Se había acostumbrado al otro Atsushi, el que era más frío y grosero. Volver a ver a este Atsushi se sentía extraño.

—Deberíamos enterrarlo.— dijo Chuuya.— Ya está oscureciendo.

Dazai asintió y se puso de pie. Luego se acercó a Atsushi y le sonrió, o al menos lo intentó.

—Ve a casa por hoy, mañana hablaremos de esto.

—Pero Dazai-san...

—Estaré bien, Chuuya y yo nos haremos cargo.— Luego Dazai miró a Akutagawa.— Ve con Atsushi, él te contará todo. No te separes de él.

Y esta vez Akutagawa obedeció a Dazai sin queja.

Atsushi no quería irse, pero Akutagawa lo sujetó del brazo con fuerza y lo llevó lejos. No sabía a dónde ir, pero creía que era suficiente con alejar a Atsushi de ese lugar.

Afortunadamente Atsushi lo siguió sin protestar.

Después de un rato, Akutagawa había llegado a su casa. Accidentalmente tomó el camino a casa, no pensó demasiado en ello, simplemente caminó sin un rumbo especifico, pero estaba acostumbrado a caminar a casa de noche.

—¿En dónde estamos?— preguntó Atsushi.

—Mi casa.— respondió Akutagawa, no queriendo dar explicaciones de por qué estaban allí.

Él y su hermana vivían en un departamento en un edificio encubierto propiedad de la Port Mafia. Era un lugar muy seguro, pero... Akutagawa ya no era parte de la Mafia, ¿o sí?

Entró al edificio y evitó mirar a las cámaras de seguridad. Si lo seguían buscando probablemente tendría un poco de tiempo para huir si evitaba que lo reconocieran.

—¿Vamos a entrar?— preguntó Atsushi, inseguro, pero aún siguiendo a Akutagawa.

—Solo sígueme en silencio, y prepárate para pelear si es necesario.

Atsushi asintió y siguió a Akutagawa.

Subieron por las escaleras, evitando lugares cerrados como el ascensor. Y cuando finalmente llegaron al piso correcto, Akutagawa se detuvo frente a la puerta y volteó a mirar a Atsushi.

—Escóndete. Si la Mafia está dentro, es mejor que me ataquen a mí y no a ambos.

Atsushi no respondió, pero obedeció y retrocedió un poco para no ser visto cuando la puerta se abriera.

Akutagawa inhaló y sostuvo la respiración mientras abría la puerta. Estaba oscuro, pero podía sentir que el lugar aún estaba cálido, alguien estaba allí. Akutagawa rápidamente usó su habilidad para protegerse, pero era demasiado tarde: ya había un cuchillo sobre su cuello.