Nueve

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«¿Diga?»

«Hola, tximeleta»

«Oh, Dios mío. Eres tú. ¡Eres tú! Peter, te amo. Te amo tantísimo»

«Yo también te amo, cariño»

«...»

«...»

«He estado esperando cinco meses para escucharte de nuevo y ahora tengo tantas cosas que preguntarte, que no sé qué decirte»

«No digas nada. Sólo necesito escucharte respirar»

«Vale»

«...»

«...»

«...»

«...»

«...»

«...»

«...»

«...»

«...»

«Volverás, ¿verdad?

«...»

«¿Peter?»

«...»

«¿Estás llorando? ¿Peter? Dime ahora mismo dónde estás»

«Lo intentaré. Te prometo que haré lo que sea por estar junto a ti»

«Vuelve, por favor... Te necesitamos aquí»

«Te amo, tximeleta»

«Te amo»

«...»

«Nunca quieres decir adiós, Peter. Nunca nos han gustado a ninguno de los dos»

«Nunca digo adiós, porque decir adiós significa no volver y no volver... Significa olvidar. Yo no quiero olvidarte, Wendy»

«...»

«¿Wendy?»

«¡Te odio! ¡Cómo te gusta hacerme llorar!»

«Créeme, es lo que más odio de mí mismo. Mi facilidad para hacerte llorar»

«Debo decirte algo, Peter. Algo importante»

«Lo siento, tximeleta. Debo... debo colgar. Lo siento.»

«Pero Pet...»

«Te quiero»

«Y yo también»

«...»

«Estoy embarazada. Pero supongo que ese tampoco es motivo para volver»

PeterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora