--------------------------------------------------------------------------
AMORIS VULNUS IDEM SANAT QUI FACIT
(La herida del amor la cura el mismo que la provoca)
--------------------------------------------------------------------------
—¿Qué dijiste? —Daphne habló entrecortadamente, procesando aún las palabras de Ron.
Él estaba totalmente sonrojado.
—Yo... eh... Astoria me rechazó... —exhaló sin mirarla del todo—. Hermione tiene novio. Y... estoy cansado de estar solo y de las chicas que desaparecen al amanecer. Sé que te gusto, así que...
Daphne tenía tantas ganas de llorar, gritar y golpearlo. No era justo, no otra vez. Estaba harta de ser la segunda opción de alguien, de que cuando un chico le gustara, él elegía a otra, a alguien más bonita, más desinhibida, más segura de sí misma. ¿Por qué nadie la elegía? ¿Por qué tenía que quedarse viendo cómo Blaise, Adrian o Ron se iban con alguien más y le regalaban a otra las sonrisas, los besos y el amor que debían ser para ella? ¿Por qué nunca podía ser la primera y única opción de alguien, de cualquiera? ¿Por qué tenía que actuar como si su corazón no se rompiera?
—¿Tú? ¿Gustarme a mí? —repitió con una frialdad que calaba hasta los huesos—. Oh, Ronald, qué encantador. De verdad lo siento, pero me temo que has confundido cortesía con interés—. sonrió con una dulzura tan ensayada que resultaba cruel, sacando a relucir su orgullo Slytherin—. Y me temo que no puedo corresponderte.
—¿Qué? Pero... tu... me agradas, nos llevamos bien —tenía el rostro tan sonrojado que parecía a punto de entrar en combustión—. Podríamos intentarlo.
Su respuesta le hizo apretar los puños con más fuerza de la que se creía capaz.
—Ah, entiendo —Daphne ladeó la cabeza, fingiendo interés—. Entonces, como no puedes tener lo que realmente quieres, decidiste conformarte. Qué halagador, Ronald. Qué irresistible.
Aplaudió irónicamente antes de dar media vuelta y salir del laboratorio, sintiéndose tan agotada tanto de manera física como emocional.
No quería saber nada de Ronald Weasley, no quería volver a verlo nunca más en su vida; por suerte, no viviría muchos años más.
...
Draco despertó para encontrar a Blaise mirándolo como si quisiera torcerle el cuello, dejó caer una caja sobre su cama antes de salir de su habitación con pasos fuertes y enojados.
No había podido dormir durante gran parte de la noche, sus propias palabras seguían persiguiéndolo.
Se estiró para alcanzar la caja y al ver lo que contenía, gruñó de frustración. Las snitch que le había regalado a Granger después de cada victoria estaban guardadas individualmente en una cúpula de cristal con una base de mármol etiquetadas con la fecha del juego. Hermione también le regresaba la camiseta de Slytherin que ella misma tomó de entre sus cosas, además del collar que le regaló en navidad con los pendientes a juego. Las fotografías tanto muggle como mágicas estaban allí junto con las notas que él le dejaba en los libros, las cartas y otros detalles que eran parte de su relación, que eran pruebas de cuanto se amaban.
¿Pero qué quería?, se regañó a sí mismo.
Él se lo había buscado, era su culpa haberla perdido, y si algo demostraban todas esas cosas era que Hermione no quería saber nada de él. Y Blaise estaba de su lado.

ESTÁS LEYENDO
Decisiones Deliberadas
FanfictionDiecinueve estudiantes de Hogwarts emprenden un viaje hacia Elysian College, la universidad mágica más prestigiosa del mundo. Lo que ninguno espera son las rivalidades que surgen con los estudiantes de otros colegios mágicos. Y es justamente ese amb...