────✦ ❛ El amor era una función importante en el rol de cada héroe, el viaje de un héroe con amor es mucho más fácil porque ellos se sacrificarían por ello, Pero Percy Jackson sacrificaria al mundo antes que a su amada ❜
En dónde la hija de Apolo se...
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Veintidos ——— ★ una hija de Ares y una hija de Apolo
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( 🏹 ۫ .⌒ㅤ 50+ votos y 50+ comentarios ୨୧ ⠀)
—Estáis metidos en un lío tremendo —nos dijo Clarisse.
Acabábamos de terminar un pequeño tour por el barco, que habíamos hecho sin ganas, a través de una serie de camarotes sombríos, atestados de marineros muertos. Habíamos visto el depósito de carbón, las calderas y máquinas, que resoplaban y crujían como si estuvieran a punto de explotar. Habíamos recorrido la cabina del piloto, la santabárbara y las torretas de artillería (los sitios preferidos de Clarisse): dos cañones Dahlgren a babor y estribor, y dos cañones Brooke a proa y popa, todos preparados para disparar bolas de bronce celestial.
Allá donde íbamos, los marineros confederados nos miraban fijamente, con aquellas caras fantasmales y barbudas que relucían bajo sus cráneos. Annabeth les cayó bien en cuanto les dijo que era de Virginia. Al principio también se interesaron por mí, por el hecho de llamarme Jackson, como el famoso general sudista, pero lo estropeé al decirles que era de Nueva York. Todos se pusieron a silbar y maldecir a los yanquis.
Tyson les tenía verdadero pánico. Durante todo el paseo insistió a Annabeth para que le diese la mano, cosa que a ella no le entusiasmaba demasiado.
Lily se mantuvo a mi lado todo el tiempo. La forma en que los espíritus la miraban no me gustaba ni un poco, así que más de una vez le pasé el brazo por los hombros, como para dejar en claro que, si alguno se atrevía a tocarla, tendrían que vérselas conmigo. Ella no dijo nada, pero se apoyó un poco más en mí y eso fue suficiente.
Por fin, nos llevaron a cenar. El camarote del capitán del CSS Birmingham venía a tener el tamaño de una despensa, pero aun así era mucho mayor que los demás camarotes del barco. La mesa estaba preparada con manteles de lino y vajilla de porcelana; había mantequilla de cacahuete, sándwiches de gelatina, patatas fritas y SevenUp, todo ello servido por esqueléticos miembros de la tripulación. A mí no me apetecía nada ponerme a comer rodeado de fantasmas, pero el hambre acabó venciendo mis escrúpulos.