Introducción.

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En el valle del fin un muchacho de cabello rubio se encontraba impotente por lo que sus ojos estaban contemplando, no pudo dejar de temblar. En frente de aquel muchacho un hombre con una máscara naranja con una gabardina negra y nubes rojas, tenía en su poder a una joven con el cabello corto de color rosa. Un kunai rozaba el cuello de la joven sin que ella pudiera hacer nada.

¿?: A qué esperas Naruto. Ven a por mí.

Naruto: primero suéltala. Madara.

Madara: A sí que es cierto. Antes de que devolvieras a la villa a Sasuke, este nos contó que tu debilidad era esta muchacha. (Clavando un poco el Kunai en el cuello de Sakura) saca al Kyubi.

Sakura: ¡Naruto no lo hagas!

Naruto: Sakura-chan.

Madara: Y bien. ¿Vas hacerle caso?

Naruto: No. ¡No voy a dejarle salir! ¡Luchare con mis propios medios! Dattebayo

Madara: (suspira) entonces no me queda otra opción.

Naruto: ¿Qué?

Madara sin más, penetro en Kunai en el cuello de Sakura, haciendo que esta cayera desplomada al suelo. Naruto abrió los ojos de par en par. Madara había asesinado delante de sus ojos a la persona que más había querido. Mientras las gotas de sangre del kunai caían al suelo, Naruto salió fuera de sí, sus ojos se volvieron rojos como la sangre mientras su mirada mostraba furia y venganza. Dentro de su cuerpo respondía a esa furia una gran bola de fuego que se hallaba sellada entre unos pilares rojos con muchos sellos en forma de remolino.

Kyubi: ¿estas furioso Naruto?

Naruto: NO pude conseguir salvar a Sakura.

Kyubi: ¿Quieres destrozarle?

Naruto: Siento tanta rabia.

Kyubi: quítame el sello que me has impuesto y acabemos con todos aquellos que hay mancillado el mundo ninja.

Naruto no dudo en acercarse al sello principal, el dolor de haber perdido a la persona que más amaba no le dejaba ver con claridad. Este acerco la mano al sello y lo arranca, se había fusionado con el Kyubi y ya nada podría páralo.

Al poco rato una gran explosión se oyó por todo el mundo ninja, destruyendo todo lo que se encontraba a su paso. Las aldeas dejaron de existir, quedando solo un gran silencio y escombros.

Algunas personas que pudieron sobrevivir salían de entre los escombros sin saber siquiera que era lo que había pasado. En la villa oculta de Konoha, salía de entre los escombros, algunas de los supervivientes, entre ellos la quinta Hokage Tsunade y el maestro de Naruto Jiraya.

Tsunade: ¿Qué ha pasado?

Jiraiya: voy a averiguarlo.

Tsunade: ¿Quieres que te acompañe un equipo médico?

Jiraya: No. Aquí hacen más falta.

Mientras Jiraya corrían por los senderos de la villa y fuera de ella, en el valle del fin Naruto caminaba tambaleándose mal herido y con las ropas desquebrajadas por las llamas del Kyubi, llegaba hacia donde se encontraba el cuerpo de Sakura. Este como puede caer de rodillas.

Naruto: Sakura-chan. Lo siento.

La lluvia empieza a caer y le da un mal presentimiento a Jiraya. Cuando por fin llega al valle del fin, sus ojos se abren de par en par. Madara yacía en un extremo de lo que quedaba del valle, y vio a lo lejos dos cuerpos en el suelo de dos jóvenes.

Al acercarse comprobó que eran Naruto y Sakura. Jiraiya contemplo como Naruto yacía al lado de la joven mientras la cogía de la mano.

Jiraya: Naruto. ¿Qué has hecho?

Después de ese gran incidente los más ancianos de las regiones ninjas decidieron dar sus vidas para resucitar a todo el que pudiera. Grandes cantidades de chakra caían en las villas como si de nieve se tratase. Las personas adultas que habían muerto volvían abrir los ojos, eso sí con un par de años menos y los jóvenes ninjas volvían a ser niños. Jiraiya que cerraba los ojos con gran pesar, oyó un sollozo, un bebe rubio y con la marca de un sello en su estómago lloraba sin parar a su lado otro bebe con el cabello rosa también lloraba.

Jiraya: Naruto. (Lo coge en brazos)

Jiraya no tarda y coge a los dos bebes y se los lleva de nuevo a la villa. Cuando llega Tsunade les esperaba en la puerta.

Tsunade: ¿Qué ha pasado Jiraya?

Jiraya le muestra dos bebes que dormían plácidamente en sus brazos.

Tsuande: Ha sido Naruto, ¿No es cierto?

Jiraya: Si.

Jiraya explica a Tsuande todo lo que había visto en el valle del fin. Al terminar.

Tsunade: ¿Qué vamos hacer ahora?

Jiraya: Naruto no puede quedarse aquí.

Tsunade: Vas a llevarte a Naruto

Jiraya: Si. No pude comprobar si Madara estaba muerto, así que prefiero llevármelo con migo y volver cuando crea conveniente.

Tsunade: Esta bien. (Le da un beso en la frente a Naruto) Cuídate mucho pequeño.

Tsunade coge a Sakura en brazos para devolvérsela a sus padres, mientras mira como aquel niño con el zorro de nueve colas desaparece entre la lluvia, para no volver.

Han pasado 16 años, y las cosas en las villas habían cambio por completo. Las villas se convirtieron en grandes ciudades, unidas con otras, la tecnología había aparecido, tanto en vehículos, transporte público, videojuegos, televisiones, aviones, ordenadores, móviles, etc. Todo lo que una vez fueron esas villas habían desaparecido por completo. Los clanes seguían existiendo, cada clan enseñaba las artes de los suyos como manera de defenderse de otras personas, nunca se usaban para trabajar como ninjas para otros países. Los hokages seguían existiendo y Tsuande la quinta Hokage seguía mandando en la ciudad de Konoha.

Pero en esos 16 años solo pensaba en una persona, en aquel joven de cabello rubio y marcas de gatos que le sonreía al verla.

Tsuande: Estarás bien, Naruto.

Konoha Gakuen Den. El renacer ( narusaku)Where stories live. Discover now