Capitulo 19: Un error en la segunda sala

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Ha caído la noche y Mikhail ha quedado con Sergey y Amanda en ir los cuatros al club. Me pongo un vestido holgado y como es de costumbre cuando vamos a esos encuentros, nada de ropa interior. Aun no me acostumbro a eso. Mikhail está tumbado en la cama mirándome de pies a cabeza con esa única mirada «ven acá que te follo»

— Ya deja de verme así, me desconcentras

— No puedo evitarlo, eres hermosa

— Sigo creyendo que exageras. — Agarro las revistas y se las enseño antes de irnos — Me las trajo Amanda hoy. Está muy emocionada con lo de nuestra boda

Agarra las revistas y las ojea algo confuso. Pero dentro de su confusión veo que se interesa en el tema. Me mira y responde

— Yo de esto no sé nada. Yo lo único que puedo aportar es el dinero. Como tu quieras organizar la boda, a mi me bastará.

— Pero..., me gustaría que me ayudaras. Por ejemplo. ¿Dónde te gustaría que nos casaramos?

— En la cama nena...

Le doy un almohadazo y me quejo

— ¡Mikhail! ¡Hablo en serio!

— Vale, hablemos en serio. No tengo ni puta idea de donde me quiero casar.

— ¿La playa?

— Odio la playa —Refuta

— Ay pero a mi me gusta...— Suspiro — Ah, y no vas a pagar nada de los preparativos para la boda. Eso me toca a mi. Tradición ante todo.

— Megan, no seas retrograda. Yo puedo correr con todos los gastos.

— ¡No! Yo me encargaré de la fiesta, de la comida, de la música, en fin de todo lo que le toca a la novia. Y tú te ocupas de los arreglos de la ceremonia, de las argollas, de mi bouquet y lo más importante, de la luna de miel.

Riendo responde

— Ni tanto señorita McMillan. Con una cama le puedo dar la mejor luna de miel

— Ay que presumido. Yo quiero ir a un lugar bonito y romántico.

— Hagamos algo, te encargas de todo eso pero con una condición

— ¿Cual?

— Que si necesitas cualquier cosa no te lo callaras y me pedirás ayuda.

— Vale, te pido ayuda si la necesito

Me levanto de la cama y agarro el bolso. Antes de irnos paso por la habitación de Lara junto a Mikhail. Este va a rastras pero finalmente me acompaña. Me siento en la cama y beso la sien de Lara con afecto

— ¿Te cepillaste los dientes?

— ¡Si, mira!— Me enseña sus dientecitos

— Muy bien, ahora usted se va a dormir. Mami y papi van a salir pero Alena se queda contigo y Ninette. ¿Vale?

— ¿Pero a dónde van? ¿Y si hay truenos?

— No van a ver truenos. La noche está despejada cielo. Regresaremos antes de que amanezca para desayunar contigo y Ninette.

Dice que si con la cabeza y con esa vocecita roba corazones pide que le de su beso de buenas noches. Feliz se lo doy y seguido mira a Mikhail.

— Papi, ¿Me das el beso de buenas noches hoy nada más?

— No, ahora duérmete y no des lata 

Lo miro y lo hostigo con la mirada. ¿Porque tiene que ser tan frío? Resoplando accede a darle el beso de buenas noches. Le besa la sien y Lara le da un abrazo. Mikhail se lo responde y con menos frialdad dice

Tuya Sin LímitesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora