Tengo Un Secreto...

Mi otro verdadero YO

Toda persona posee otro yo...

Todos tienen en su interior un yo totalmente distinto a su verdadera personalidad, algo así como su antónimo, su otra cara de su misma moneda, el yin que complementa al yang, su blanco y su negro...

Bueno, pues bien, yo no soy una excepción, ya que con mucho pesar, hace unos días descubrí la cara de mi otro yo, de un yo que ojalá no hubiera conocido por muchos años más, ya que siendo sincera y escondida tras este usuario anónimo que no desvela ninguna información sobre quien verdaderamente soy... Tengo que decir que mi otro yo me da miedo.

Incluso me atrevería a decir pánico...

Es todo lo contrario a lo que estos años he intentado hacer ver a la gente sobre mi personalidad.

Yo siempre, desde pequeña, he sido una niña tímida, callada, reservada, a veces asustadiza de las personas, pero nunca de los retos que me ponía la vida...

Pero a parte de todo eso, siempre he sido humilde, simpática, siéndoos sincera, en mi corazón nunca ha habitado la maldad, siempre he respondido con una sonrisa forzada a aquellos que se metían conmigo, nunca les he guardado rencor, aunque merecido lo tenían... Siempre he sonreído frente a todo, por muy falsas que fueran mis sonrisas siempre he sido una buena chica...

Pero de unas dos semanas o así hasta este mismo momento en el que me he animado a escribir estos párrafos en los que quiero desatar toda mi angustia... Me he dado cuenta de que lo que yo pensaba que era, en verdad solo era una fachada que estaba esperando ser destruida para dar paso a ese yo que habita dentro de mí y que hace que tema por lo crueles que pueden ser los pensamientos que pasan por mi mente...

Mi otro yo no es como verdaderamente siempre he querido ser, por dentro soy una completa psicópata sádica que piensa en el dolor como si verdaderamente no importara, que piensa en el dolor como si se estuviera hablando del tiempo climatológico que se está desatando fuera, que piensa en sangre y la procedencia de ella...

Por dentro solo puedo observarme en tinieblas y con una inmensa oscuridad rodeándome. Cuando sufro haciéndome daño, en ocasiones ya incluso ni lloro, simplemente sonrío frente al espejo de manera completamente maníaca y sigo con ello sin una muestra de dolor en mi rostro, simplemente siento bienestar con ello...

Pero no solo eso, aparte de ser una completa masoquista por querer herirme a veces incluso sin motivo, solo por la necesidad de sentir algo encajarse en mi piel, también pensamientos asesinos se cruzan por mi perturbada mente... Pensamientos que cuando me paro a analizarlos me resultan demasiado aterradores e inciertos como para haber sido formulados por mi mente.

Cuando veo un cuchillo un brillo especial nace en mis ojos, como si deseara cogerlo, pero por otro lado, también deseo alejarme de él, ya que sé que cualquier pensamiento referente a él que surque mi mente es una completa locura...

Incluso mi madre ha empezado a darse un poco de cuenta de mi cambio... Hace unos tres días más o menos, no sé por qué pero me dijo que hacía días que me veía muy siniestra, que no me veía igual, que un cambio se había ocasionado en mí desde hacía días y que no era la misma de siempre...

Pero no solo esa extraña conversación con ella me ha echo darme cuenta de que por alguna extraña razón (aunque no tan extraña para mí) piense que no soy la misma, si no también porque cada vez que sostengo entre mis manos un cuchillo, unas tijeras, un hacha o cualquier objeto afilado... Rápidamente me dice, sin siquiera acercarse a mí que lo deje donde estaba, a lo que yo siempre lo dejo, totalmente confusa, pero cuando mi madre me dijo lo de que me notaba diferente y más siniestra, sin querer se le escapó, que en ocasiones, le daba miedo que estuviera cerca de objetos afilados por si alguna vez pudiese cometer algún error...

Me dejó completamente descolocada, ya que el que sea mi propia madre la que me diga que teme que me acerque a esa clase de objetos, duele más que encajarlos en mí...

Sé lo que muchos estaréis pensando al leer estos dementes párrafos, lo que pensáis y que probablemente la inmensa mayoría no vais a tener el valor de escribir en los comentarios...

Pero yo os ayudaré, ya que en ocasiones, recupero lo que para mí sigue siendo mi auténtico yo, y pienso lo que sin lugar a dudas en estos momentos, si habéis llegado a este párrafo, estará surcando vuestras cabezas...

Te has vuelto completamente loca...

Estás mal, urgentemente deberías decir todo lo que piensas y que te encierren...

¿Cómo has podido llegar a este punto...?

Te has vuelto una completo demente...

Eres demasiado sádica para ser solo una adolescente...

El extraño brillo en tu mirada al ver un cuchillo o la pequeña sonrisa que asoma tu cara cuando alguien se hace una herida no es de estar muy equilibrada...

Sin darte cuenta te has convertido en algo horrible, y lo peor es que no le ves lo malo, te has vuelto una PSICÓPATA de pensamiento, y ojalá que no sea de acciones...

Como veis, yo misma me doy cuenta de al punto al que he llegado, puede que no esté completamente loca y todavía me quede algo de cordura corriendo por mis venas, pero aún así, si alguien conocido, que no seáis vosotros a través de este anónimo, conociera mis verdaderos pensamientos no creo que yo pudiera seguir viviendo tan tranquilamente, ya que tomarían medidas como encerrarme o algo por el estilo...

Esta extensa reflexión ya ha llegado a su fin... Tan solo me queda por deciros, o más bien preguntaros una última cosa...

¿Sabéis vosotros acaso cómo es vuestro otro YO?

Cómo veis esta reflexión es bastante extraña, pero debía escribir sobre lo que sentía (principalmente por eso tengo este pequeño libro de reflexiones, para que me ayuden a desahogar todos mis demonios internos).

No quiero que penséis mal de mí, aunque tampoco os puedo obligara a no hacerlo, solo os digo que miréis bien en vuestro interior y os deis cuenta de quien es el YO que se esconde ahí.

Aquí se despide tras esta extraña reflexión...

Buscando_Libertad