Tengo Un Secreto...

A ti... A ti te dedico esta carta

Necesito escribir, escribirte a ti. Sí, a ti, a esa persona que jamás leerá esto, a esa persona a la que nunca tendré el valor de decirle todo.

Amor mío... Jamás te llamé así, sabes que no soy una chica normal, una chica como tantas otras, una chica cariñosa o cuerda. Yo simplemente soy yo, una mezcla de oscuridad y destrucción, de sentimientos enrevesados y pensamientos explosivos.

¿Pero sabes? Tú te fijaste en eso, en todo eso. Te fijaste en todas y cada una de mis facetas, desde las más diabólicas hasta las más tiernas. Sí, así es, tengo algunos momentos de ternura, y tú, joder, tú me ayudaste a sacarlos todos.

Me hiciste ver hasta qué punto una persona puede cambiar a otra.

No, me rectifico, no me cambiaste, jamás nadie conseguirá cambiarme, siempre seré yo, pero tú, tú conseguiste unirme poco a poco, unir esos pedacitos rotos que cada vez caían a mayor velocidad.

Convertiste un recipiente vacío en una persona que en ocasiones, se sentía llena de vida, ¿sabes el tiempo que hacía que no me sentía así? Parecía una eternidad.

No creo que nadie haya podido hacer una frase con mayor sentido que: «No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes» Joder que si no lo sé, no me di cuenta de hasta qué punto estaba pillada por ti, de hasta qué punto podía llegar mi supuesto nada supuesto amor.

Sí, supuesto nada supuesto, porque no es una suposición el que estaba y estoy tremendamente enamorada de ti, al igual que tampoco es una suposición el que te quiero. No, tranquilo, has leído bien, te quiero como jamás lo he hecho.

Has sido mi primer amor, mi primer sentimiento, mi primera sonrisa verdadera y mis primeras ganas de vivir después de una eternidad, mi primer motivo para reír,el primero que ha conocido mi verdadera faceta y apariencia, mi primer motivo para levantarme cada mañana.

El primero, el primero, el primero... Simplemente el primero que me ha hecho no seguir cayendo al precipicio y me ha salvado de mis propias ganas de verme muerta.

¿Precipicio? Sí, eso es, mi vida era un precipicio, un agujero negro, un abismo descomunal abriéndose paso ante mis ojos, por eso es por lo que a ti y sólo a ti te debo el haberme cogido antes de no poder encontrarme, haberme atrapado cuando casi tocaba fondo...

Ahora todo ha cambiado, todo se ha desmoronado, todo ha caído.

Sí, así es, todo ha caído.

«Toda la magia de mi mundo cayó. La manta cayó. El color cayó. La realidad apareció»

Tal cuál, la realidad apareció. De nuevo volvió a mí la cruel realidad, mi cruel realidad.

Por eso te digo ahora amor mío, porque nunca llegarás a saber de este escrito, porque esa es una de las tantas cosas que me quedaron por decirte.

¿Que si me quedaron cosas?

No sabes hasta qué punto. Tantos te quieros, tantas palabras de afecto, tantos sentimientos que jamás dije...

Ahora es tarde. Sí, es muy tarde, demasiado tarde.

Lo hecho, hecho está, y eso es algo que jamás cambiará.

Pero amor, joder, qué raro me resulta referirme así a ti, a ti que me lo demostraste todo, a ti que te dañé, a ti que no te supe apreciar como debía, a ti que no te supe demostrar mis verdaderos sentimientos...

Cómo decía: Amor, no olvides jamás que te quiero, que te quiero como no se podría explicar. No dudes ni por un momento que mis sentimientos no son auténticos, porque cariño... Creo que en la vida sentí algo más real que esto.

Es más, puede que esto sea lo único real que he podido llegar a conocer.

Alguien pudo gustarme cuando estaba contigo, y por eso todo se fue a la mierda.

Sí, tal cuál, a la misma mierda.

¿Pero querer? Jaja... Como te quiero a ti no quiero a nadie más, simplemente, como te hecho de menos, no se ha inventado en el mundo un castigo.

Así que aquí me despido mi amor, me despido de ti, de la persona que nunca podrá llegar a saber hasta qué punto he acabado destrozada.

Por eso todo esto, todos estos sentimientos son a ti...

A ti, a la persona a la que le dedico esta carta.