Capítulo 3: Crisis de pánico.

121 16 1
                                    

Kirk y yo acordamos muy bien de que no incluiríamos nada del documental "Some Kind of Monster" aquí porque ahí pasaron cosas que... Bueno, los fans ya saben. No hace falta recalcar lo obvio. Si estamos escribiendo juntos todo ésto es para relatar lo que no se sabe.

Así que... aquí va cómo explotó la horda de dramas en Metallica tras la salida de Jason Newsted, desde MI punto de vista:

- ¡Él dejó la puta banda! -grité estallando en cólera cuando estábamos en el estudio, tratando de explicar de manera civilizada lo que había ocurrido.

Por razones obvias, Bob y Flemming -nuestro productor y mi técnico de batería- me quedaron mirando raro por el enorme grito que yo había pegado.

- Creo que ya quedó claro qué fue lo que pasó... -comentó Bob- No era necesario gritármelo en la cara.

- Ah, claro, obvio -rodé los ojos-. ¿Qué mierda vamos a hacer ahora? ¡El resto de todas las tocatas que teníamos para este mes se han cancelado por eso mismo! ¿Cómo vamos a grabar el nuevo disco?

- Pues eso hay que verlo ahora, ¿no? Dudo que todo se cancele ahora mismo.

- ¿Y si se cancela? -yo en aquel instante miré con odio a James.

- ¿Qué estás insinuando? ¡No podemos correr más el lanzamiento del disco! ¡Aparte que ya llevamos bastante rato pagando el estudio y no tenemos absolutamente nada escrito!

- ¿Y? ¡Será por un par de meses, nada más!

- Ah, claro, porque andamos derrochando dinero porque sí... -crucé los brazos en disgusto.

Cómo verán, que James y yo peleemos no es nada nuevo, siempre lo hacemos, no obstante... esa época era algo demasiado oscura. En aquel momento me vino una crisis de pánico- y cómo contó en el capítulo anterior Kirk: los dos sufrimos de eso, sólo de que maneras opuestas, él llora, yo me enojo-, y solía estar así por horas, esa es la razón por la cual yo siempre estaba de manera histérica en el documental -vaya dije que no hablaría de eso y lo he hecho, que oportuno, Ulrich-, y no sólo en el documental, vamos, que estaba casi las 24 horas del día de esa forma.

- ¡Maldita sea! -grité mientras me paseaba por el estudio, los chicos me miraban confundidos, por que claro, ven a alguien en una crisis de pánico y en ves de ayudarme, se me quedaban mirando feo.

- Joder, ¡cierra ya el hocico! -protestó James- Entiendo que estés cabreado pero no es necesario gritar como idiota a cada rato el problema en ves de solucionarlo.

- ¡Pues yo quiero que ustedes piensen o al menos me digan alguna solución!

- ¿Y por qué no piensas tú en una solución?

- ¿Qué te importa, idiota!

Y antes de que venga Kirk de manera típica y tímida para intentar frenar o calmar el conflicto, tomé la decisión de salir de allí sin más. Sabía que James me iba a perseguir y por ello acabé corriendo a toda velocidad, no quería causar más peleas yo con mis compañeros de banda. Quedé como un cobarde, no obstante, una pequeña parte de mi decía que debía irme para el bien de los demás.

Yo sólo tenía una manera para relajarme y olvidar todos esos dramas, era algo bien simple: mi familia.

Ignorando los caprichos de mi esposa y que me regañara por "salirme del trabajo", procedí a hacer ese día de inmediato algo que me encantaba hacer y que ojalá todo hombre lo hiciera correctamente sin huir como un marica: criar a sus hijos, ¿cómo no? En ese tiempo, sólo tenía a mi hijo de un año y medio llamado Myles que era un auténtica ternurita, ¿cómo dejarle de lado o ignorarle para preferir perder la cabeza con los conflictos del trabajo? No, señor, que para mi, la familia siempre va a ser lo primordial.

Y así fue... estuve ausente un par de días dedicándome a criar a mi primogénito para tranquilizar un poco la ansiedad y olvidar el asunto de que mi banda pasaba por una crisis tremenda.

Llámenme "marica" y lo que quieran, pero creo que he hecho lo correcto.

Invisible Kids (METALLICA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora