Capítulo 21: En Gold Saucer hay gato encerrado

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Capítulo XXI

EN GOLD SAUCER HAY GATO ENCERRADO

Habían pasado dos días desde que el grupo abandonó el templo sagrado en pos de otra aventura. Su próximo objetivo: buscar la piedra angular, objeto imprescindible para poder escuchar las voces de los oráculos. Era el nuevo reto que debían superar, y estaban decididos a afrontar, para llegar después hasta el secreto que les permitiría vencer a Ludmort y así salvar los dos mundos.

Según la información valiosa que les había contado Mirto, dicha piedra era única y exclusiva en todo el mundo, no existían dos piedras angulares. El anciano se las describió como una piedra transparente y cristalina, con un brillo especial, y en ella se veían reflejados los siete colores del arco iris.

Eduardo trataba de imaginar el objeto, pero le era imposible. Nunca había visto ni oído hablar de un mineral con semejantes datos. Le resultaba raro creer que existía una piedra en la que brillaban los colores del arco iris. Enseguida comenzó a pensar. Después de todo lo que había visto y pasado desde que llegó a Limaria, las magias, los G.F. y los extraños seres que habitaban en él, el joven podía esperarse cualquier cosa de aquel mundo mágico, hasta hace unos meses impensable y completamente fuera de su realidad en la Tierra.

Al cabo de una semana, tras registrar e investigar cada pequeño pueblo y cuidad que encontraban a su paso, sumados a todos los árboles, piedras, ríos e incluso animales salvajes, el grupo cayó rendido al suelo, en medio de un paraje rocoso. Lo que habían registrado no era ni la milésima parte del inmenso planeta de Limaria:

- Es inútil...- dijo Marina- No hemos encontrado la dichosa piedra, y aún nos queda muchísimo planeta por delante, incluyendo el fondo del mar y los picos de las altas montañas.

La motivación y las ganas por encontrar el tan ansiado objeto desaparecieron a los tres días de empezar a buscar. Aquel reto era demasiado para ellos, y para cualquier ser humano en el mundo, resultaba prácticamente inalcanzable. Con las esperanzas bajas y la moral por los suelos, el grupo bajó la cabeza, cansado y agotado:

- Jamás la encontraremos- comentó Rex, abatido.

Todos suspiraron rendidos. Las esperanzas casi se habían perdido hasta que Cristal levantó la vista y observó sorprendida algo que le llamó la atención en el horizonte:

- ¿Qué es eso?- preguntó murmurando para sí misma, intrigada.

Trató de ver con sus ojos, pero estaba demasiado lejos como para alcanzar a discernir alguna forma. Metió la mano en su mochila y sacó unos prismáticos que siempre llevaba encima, los cuales llevó a su rostro. Solía usarlos antes para tácticas de espionaje, asegurarse de que no había guardias de su reino cerca, y para identificar las posibles nuevas víctimas a las que robaba, antes de conocer a Jack y los demás. Sin embargo, estos le hicieron prometer a la princesa que dejaría de robar, y de que tratara a partir de entonces de ser una buena persona honrada y civilizada. A cambio el grupo compartía su comida con ella, y la protegerían de la misma forma que la chica a los elegidos. Aún la estaban poniendo a prueba:

- ¿Cristal, qué haces?- preguntó Jack, amenazante desde el suelo- Recuerda lo que acordamos, nada de robos ni de víctimas... ¿qué pretendes?

Las coletas de la chica saltaron con euforia de alegría repentinamente mientras ella exclamaba y esbozaba una gran sonrisa:

- ¡Nada de eso!- replicó la princesa, sin enfadarse- ¡Mirad!


Los demás se levantaron sin ganas, pensando que se trataba de alguna broma de Cristal. Lejos de lo que esperaban, lo que vieron con los prismáticos les dejó con la boca abierta.

Final Fantasy: Memories of a PromiseOnde as histórias ganham vida. Descobre agora