20.

29.4K 1.9K 224
                                    

-y, ¿por qué no puedo dormir con Isaac?- chillé ante la terquedad de mi padre, Damián rodó los ojos y se rascó el puente de la nariz.

-¡por Dios Astrid!, ¡deja de joder!, ¡¿no querías a tu perro aquí?!, ahora lo tienes aquí, pero no van a dormir juntos- rodé los ojos.

-sabes que voy a follar con él de todos modos- mi papá hizo un gesto cansado y puso sus manos en mis hombros.

-eres una insolente Astrid, sé que harás lo que quieras cuando quieras y como quieras, pero no bajo mi techo- besó mi frente- anda, ya no voy a hablar esto de nuevo, sabes que no cambiaré de opinión, vete a dormir- me abrazó y recogió sus libros antiguos del escritorio antes de pasar a la sala e ir a su habitación a ver a mamá, mi padre no puede pasar dos horas sin ver a mamá, se vuelve loco.

Subí las escaleras molesta, había estado rogándole a mi padre para que me dejara dormir con Isaac, pero no quiso, le rogué y le rogué, pero me dijo que no mil veces. Idiota. Quería pasar la noche con mi Isaac, quería pasar una noche hot con él. Pero al parecer eso no es ahora, todo se pone en contra de eso. Mierda.

Estaba un poco cansada también, no he dormido bien, pensando en todo lo que me pasó, le he dado muchas vueltas al asunto. Caminé desganadamente con la vista pegada en el suelo, estaba muy pensativa, ¿hasta donde llegará esto?.

Pasé en frente de la habitación de Isaac, no me dí cuenta que se abrió de repente y alguien me haló hacia la habitación oscura, choqué contra un fuerte torso desnudo y luego contra la pared, empuñé los ojos por el impacto, los abrí, pero solo había una alta figura, tomó mi cabeza con sus gigantes manos y pegó sus labios a los míos. Eran los dulces, suaves y calientes labios de Isaac. Le respondí el beso, teníamos más o menos dos días sin tocar piel de nosotros dos.

Papá ha sido muy celoso conmigo, además de que se le hace difícil creer toda esta situación. Ha tenido que meter lobos a su casa, ¡eso me lo encuentro increíble!, por culpa de esos lobos en una luna llena, hace muchos siglos atrás, él fue desgarrado y si un clan de vampiros, no pasaba por ahí y lo convirtiera junto con sus hermanos, mi papá no existiera y ni yo lo hiciera.

Por eso los odia tanto, no quería ser un monstruo, pero dejó de quejarse cuando conoció a mi madre.

Nuestros besos eran candentes, al principio era todo rosita fresita, pero después se fue volviendo porno. Tengo que parar, pero mierda, estoy tan excitada.

-Isaac- gemí encima de sus labios, gruñó, ya tenía una gran erección, ay pobre se le va a caer si no le doy atención.

Ya me tenía cargada contra la pared. Creo que ya es hora de un regalo. Halé su cabello interrumpiendo nuestro beso.

-aquí no podemos tener sexo Isaac, pero puedo premiarte con algo- lo empujé y caí de pie, puse una mano en su pecho y lo fui empujando hasta el centro de la habitación.- trata de no gemir, los vampiros tenemos un muy buen oído- susurré en su oido y le dí un beso en su cuello. Estaba oscuro, la luz de la luna casi no podía entrar por la ventana. Veía sus ojos deseosos, lastima que yo no podré sastifacerme, pero pronto lo haré, mi cuerpo ya pide sexo duro.

Me hinqué sin cuidado frente a sus pantalones, bajé su bragueta lo más lento posible y quité el botón de su pantalón muy lentamente.

-Astrid, joder- gruñó Isaac, sonreí maliciosa, ay perdón.

Bajé con todo y bóxer, su pene salió disparado con una potente erección, casi me da una bofetada, mierda Isaac, grande, me encanta. Y solo para mi.

No voy a usar las manos, no por ahora. Pasé mi mano y entrelacé mis dedos en mi espalda, su miembro ya estaba completamente erecto, ¿él se excita rápido, o yo soy demasiado sexy?, opto por lo segundo. Saqué mi lengua y la pasé por todo el tallote. ¡Ay Dioh mioh, me vuelvoh lokah!.

Metí su erección en mi boca mientras succionaba y arremataba haciendo un vaivén, mientras cubría mis dientes con mis labios, para así no lastimarlo y darle mayor placer, quería meterlo todo en mi boca, pero no podía, ¡era enorme!, ¡¿qué enorme?!, ¡¡gigante!!, ay jesucito, gracias por darme a un moreno super-dotado. Amén.

Escuchaba como su garganta trababa varios gemidos, sus gruñidos querían salir, pero no se lo permitía, a menos no completamente. Me excitaba esto. Ya lo había dicho, adoro los penes. Fui succionando cada vez más y más, el líquido pre-seminal, acariciaba mi garganta.

Una clase de gruñido de lobo se hizo presente. En otra situación me había reido, pero estaba tan excitada. El sabor era delicioso, digno de un semental de hombre. Agarró mi pelo, acarició mi cabellera y finalizó haciendo una linda coleta, mientras penetraba mi boca. No sé si creyó que yo era una puerca y no una mujer, me iba a violar la garganta.

-¡coño!, ¿quieres llegar hasta la vagina por mi boca?- me quejé mientras unas tiritas de saliva caía en mi pijama, después tendría que cambiarme.

-es que tienes una boca- su garganta hizo un quejido- mierda Astrid, si llego a tu habitación y pongo mi pene en tu boca no te asombres- sonreí divertida y quité mi mano de mi espalda. Agarré firmemente el tallote y lo metí a mi boca de nuevo, pasaron varios minutos, mientras iba acelerando y succionando hasta su alma.

-me vengo, Por Dios- reí con el pene en mi boca, si es posible esa acción y entre arcadas y ahogadas mías, se vino fuertemente en mi boca, lo saboreé todo y gemí por su calor. Lo tragué todo como niña buena. Papi, cuando quieras repito, me volveré adicta a tu nectar. Recogí varias gotas que se habían derramado,  con mi dedo y luego lo saboreé, me paré como si nada hubiera pasado. Me miró lujurioso.

-no sabía que la chupabas tan bien- me atrajo hacia él, mientras seguía saboreando mi dedo. Le sonreí.

-eras tan pendejo que la rechazabas- le dí un beso en la mejilla y salí rápidamente, dejandole la palabra en la boca y otra erección.

Ya quiero dormir, estoy cansada. Entré a mi habitación como si nada, cerré la puerta detrás mientras veía a Dany mirar por la ventana pensativa, me quité la pijama y la tiré por un lado mientras buscaba otra pijama, sentí la mirada de Dany, pero la ignoré, le puse una playera larga hasta mis muslos y caminé hacia el baño. Agarré mi cepillo de dientes y le puse pasta dental. Aunque supiera tan bien, dejar esos residuos en mi boca, sería falta de higiene. Terminé de cepillarme y luego empecé a cepillar mi largo cabello. Me senté en la cama.

-¿Qué piensas?- pregunté, volteó su cabeza y me miró.

-necesito decirte algo- murmuró acercándose a mi rápidamente, la miré extrañada.

-dime- se sentó en la cama frente a mi, puso sus manos en mi cabeza. Y me besó.

Dany me estaba besando. Dany.es.lesbiana.




Se llevaron una gran sorpresa, la mayoría pensaba que Dany gustaba de su tío Isaac, JA JA, ¿qué les pareció este pequeño detallaso?.

Voten y comenten, las amo mucho.






Mi MATE es una VampiroWhere stories live. Discover now