22.

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Multimedia: Dinora.

¿Cómo pienso derrotar a aquellos que me quieren hacer daño?, ¿cómo manejo esto?.

Suspiré cansada mientras abría los ojos o los achiné, en vez de Isaac estar aquí, la almohada me acompañaba, mi cuerpo no estaba apoyado en el suyo, como supuse que estaba hace unas horas, gemí mientras me levantaba, la luz del día aún me cegaba, me senté en el sofá, ¿dónde están todos?, no escuchaba movimientos en toda la casa, pero si unas respiraciones y un olor a lobo, pero no me preocupó, seguro son, Isaac, Dany, Peter y Loren. Abrí los ojos al sentir que me obligaban a acostarme de nuevo, miré, pero algo se clavó en mi estómago, o mejor dicho me clavaron una estaca, gruñí por el dolor. Era el padre de Isaac quien me la clavó, ¿cómo diablos entró?, ¿dónde están mis padres?, dos lobos más me clavaron una estaca que cada muslo, grité, tratando de acercar mis manos a la cara del padre de Isaac, pero dos más me cogieron de las manos y clavaron dos estacas pequeñas, donde deberían de estar las venas, dí un grito desgarrador y tosí, miré al culpable de todo esto, acercó su mano a mi cabello y lo acarició, removí mi cabeza mirándolo con asco, sonrió y se alejó.

-drenenla- demandó a más de 15 lobos, 5 de ellos se acercaron a mi.

-¿Qué?- pregunté viendo como ponían sus bultos en la mesa y sacaban varias navajas y cosas que parecían tijeras, tenía miedo, pero tenía que ser valiente.

Sacaron las estacas pequeñas y clavaron una navaja, me lastimé la lengua de morderla para ni gritar.

-¿Qué me están haciendo por el amor de Dios?- las lágrimas ya estaban presentes, el dolor era inaguantable.

-vamos a dejarte casi seca, así no te interpondrás ante mi, nos iremos lejos, solo tú y yo y mi manada, y te prometo que dejaré en paz a tu familia con el tema de los lobos.- miró el techo y asintió- si, eso quiero.

Me quitaron la otra estaca pequeña y clavaron otra navaja para que no se cerrara, pusieron una palanca medio extraña y abrieron mis muñecas exageradamente, la sangre que tenía dentro de mi cuerpo salía descontroladamente por ahí, sentía que volaba.

-¿mi familia?- pregunté estúpidamente.

-lograron escaparse, hicieron todo el esfuerzo por llevarte con ellos, yo les hice creer que ya te largaste, por eso fue que se fueron, no se iban a ir sin ti- que bueno que se largaron, así no tendran que sufrir como yo lo estoy haciendo.-en este momento solo me interesas tú, nadie más.

Y entre el piso lleno de mi sangre, me drenaron casi hasta secarme, odiaba estar en esa situación, me sentía inútil, apuesto que me veo como me siento. La sangre es dolor, alianza, belleza.

Me sacó de la casa casi como un rayo, me tiró en una camioneta, y despues subió él, alcancé a ver muchas camionetas más, ahí iban los demás lobos, supongo.

Mis ojos se cerraron, mi cuerpo estaba débil, demasiado débil.

**Isaac**

Bebí agua del río y tomé aire, mientras miraba a la familia de mi vampirita mirar hacia todos los lados, estoy muy preocupado, aunque sabemos que ella se fue corriendo, la vimos desaparecer entre los árboles, pero no la encontramos. Al menos sé que está fuera de las garras de mi padre.

Me moriría su supiera que le paso algo malo, mi mente solo ocupaba una cosa: ella. Miré a su familia, todos tenían una belleza extraordinaria y más las mujeres, eran esbeltas y estilizadas, blancas como el papel, parecían ángeles, pero yo consideraba a mi vampirita las más bella de todas. Su mamá, Sky, era casi igual a mi vampirita, se parecen muchos, tienen los mismos grandes ojos zafiros inconfundibles. El padre de mi hermosa compañera, siempre está a su lado, admirandola como un estúpido enamorado.

Me acuerdo cuando mi madre me contó la historia entre ellos dos, no le puse importancia, eran vampiros salvatores, no me interesaba mucho. Siempre habíamos tenido problemas con ellos, Damián Sall era sádico, impulsivo, raptaba humanas para esclavizarlas y nosotros no interpusimos, la naturaleza humana es parte de la lobuna, tenemos que protegerlos. Pero cuando me dijeron que una humana había enamorado al Sall más temido, lo pasé por alto, pero no lo podía creer, hasta que de ellos dos, nació Astrid, la mujer de mi vida.

Es increíble como estoy aquí, aliado con mis enemigos naturales, luchando por una misma causa. Si me lo hubieran dicho hace años, me le hubiera reído en la cara, pero ahora que lo veo, es algo importante para mi, por esta tontería, mi vampirita puede terminar muerta.

Pasamos varias horas buscando, no aparecía por ningún lado, estabamos en lo mas recóndito de los bosques de Washington y nada.

De pronto un olor a sangre humana y a vampiro se mezclaron, todos los captamos al mismo tiempo. Corrimos hacia allá. Había una chica pelinegra comiendo de un humano, ¿Astrid?. Se volteó, definitivamente no era Astrid, pero tenía el intento del mismo cabello de mi hermosa vampirita. Claro que no lograba que se le viera tan bien como a ella.

-¿Alexia?- Peter se acercó.-mierda no- gruñó.

¿Alexia?, ¡Alexia!, ella era una vampiro, o es una, estaba aliada con los lobunos, tenía muchos enemigos vampiros y decidio irse con los lobos, prometiendo cuidar a los humanos, ¿pero qué hace bebiendo sangre humana?. Sus ojos rojos miraron a todos y sonrió con sus dientes llenos de sangre.

-nos engañaron- dijo Loren.- habíamos visto a "Astrid", salir de la casa y escaparse, pero eras tú.

¿Qué?, ¡no, no, no, no, no, no!, ¿osea que mi padre se la llevó?.

-hasta que adivinan -su ronca voz inundó mi cerebro.- me hice pasar por la tipa esa- caminé hacia ella, con rabia en los ojos dispuesto a arrancarle la cabeza, pero Sky fue tras ella y le hizo una llave que desenvolvió muy rápidamente, en menos de dos segundos Sky tenía su cabeza apretada entre sus brazos.

-si no dices nada maldita bruja, prendo tu cabeza en fuego y creeme, ahora lo estoy deseando mucho- escuchamos la risa amarga de Alexia.

-atrévete, no tendrás información entonces- Sky rodo3 los ojos.

-bueno- murmuró con normalidad, apretó su agarre, casi partiendo su cabeza.

-¡no, no, no!, ¡espera!- rogó asustada, Sky sonrió y la soltó, esta cayó en el piso. Nos miró desde abajo, sabe que si se le ocurre una tonta idea, no va a poder huir, somos demasiados contra ella, será demasiado fácil matarla.

-van a Rusia, al sur de Rusia, no sé en que estado, no lo sé, solo me dijo eso, yo solo cumplí con todo porque él me prometió que haría una alianza para que mis enemigos me dejaran en paz, y dejara de escaparme y huir, por eso acepté el trato, me dijo que los engañara, que hiciera algo, que jugara con sus mentes y así lo hice, solo quería vivir en paz- comenzó a llorar, yo no le tenía pena, Dinora la paró.

-solo largate antes de que cambiemos de opinión - dijo.

Nos miramos entre todos preocupados, mientras Alexia huía. A ir a Rusia.

Mi MATE es una VampiroWhere stories live. Discover now