Capítulo 27

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–¿Qué quieres decir con que no es agua?– Jackson cerró el coche e hizo señas a Scott para que se acercara, manteniendo el supuesto agua alejado de su cuerpo. No queria inhalarlo más de lo que había hecho ya.

–Pues eso mismo– entregó la botella al chico para que la olfateara. Al hacerlo Scott arrugó la nariz y volvió a pegarla a la boquilla del recipiente. Miró a Jackson con una expresión de genuina confusión. .

–No huelo nada– El rubio suspiró y le arrebató la botella hastiado.

–Eres un pequeño lobo inutil–Scott gruñó– Mira, idiota– Jackson dejó caer un chorro de agua sobre la verde hierba del cesped. Scott vio asombrado como la pequeña zona se iba convirtiendo poco a poco en un rastro de brizna reseco y opaco– ¿Sorprendido?

–Pero no huele a nada...

–Exacto. Scott, incluso el agua tiene un ligero olor. Esta cosa– No huele a nada, pero sí que sabe diferente.

–Si– Scott asintió. Él no lo había notado antes, pero ahora que lo pensaba sí que tenía un sabor extraño en su boca. ¿Cómo de idiota podía ser? No tanto, Stiles había tomado esa cosa todo el día.

–Scott– Jackson llamó su atención– Mientras estaba con Gerdard...–titubeó un poco al nombrarlo. Todavía era difícil recordar lo que había hecho bajo las órdenes del viejo– Recuerdo que les daban agua a algunos cazadores. Siempre me pareció raro que los ataran para hacerla beber y luego ellos se iban por su propio pie. Pero después ellos aparecían muertos– Miró a Scott viendo en sus ojos que entendía a donde quería llegar.

–Allison nos dio esta botella–dijo con un nudo en su garganta– Ella está compinchada con Gerard.

Jackson asintió reconociendo la decepción que invadía sin tregua el rostro. Le pasó por la mente abrazarlo, pero mando la idea a China. Él solo abrazaba a dos personas, y ninguna de ellas era Scott.

–¿Dónde está ella ahora?

–Con Lydia, creo.

–Llámala, dile que hemos encontrado algo extraño– Scott lo miró receloso– No le voy a hacer daño. Solo llámala.

*

Chris empujó su cuerpo contra el hombre ansioso de conseguir más tacto. Sus lágrimas se secaban en su mejilla dejándolo con un fastidiosa sensación. Pasó como pudo una mano sobre ellas, apartándolas, pero en cuanto aquel rastro desapareció nuevas lágrimas nacieron retomando el trabajo de las otras.

Cerró los ojos perdiéndose en los calientes y ásperos labios de Peter, su boca abriéndose para dar paso desesperadamente a la lengua inquieta que lo asaltaba.

La sensación de aquella lengua arremolinándose con la suya lo estaba llevando a un nivel de excitación que nunca había experimentado. Era muy diferente a la experiencia con las mujeres. Aquel beso era rudo y demandante.

Acarició la piel expuesta con sus odiosos pulmones quejándose de la falta de aire. Muy en contra a sus deseos, Peter se alejó de él inhalando el fuerte aroma de Chris con cada profunda respiración.

Chris lo miró a los ojos durante un segundo y se apartó como si de una piedra ardiendo se tratara.

–Lo siento– Peter se disculpó. Su voz salía llena de arrepentimiento– Yo no quería... Yo no...

–Está bien– dijo Chris evitándole a Peter una peor situación– Sé que solo lo hacías para consolarme. Y no te preocupes; no le diré nada a Stiles... Y tampoco a Jackson.

Se dio la vuelta no queriendo seguir expuesto a aquella mirada. Había disfrutado demasiado de aquel beso y no debería haberlo hecho. Ahora se sentía peor que antes. Terminó de preparar la última trampa en un horrible y pesado silencio.

Esencia de Lobo (Steter, Sterek, Stackson, Sciles) Where stories live. Discover now