Capítulo 24

2.9K 220 15
                                    

Estaba sentada, de espaldas a Pietro y no podía apartar la vista de un hombre sumamente alto y corpulento. Esto es lo que yo llamo guardaespaldas de estrella de cine.

-Quita tus manos de mis hombros -dije por tercera vez.

-Es ruso, no te entiende -dijo Pietro.

-¿Por qué carajos no lo dijiste antes? -me giré mi cabeza para verlo, él sólo se encogió en hombros.

Llevé mis manos a mis hombros y aparté las del sujeto. Pietro le dijo algo extraño y se retiró.

Me giré completamente para ver a Pietro a la cara y tenía una sonrisita.

-Ya vi que no sales sólo -dije molesta.

-Vamos, americana ¿tú lo haces? -elevó una ceja y me sentí estúpida por haber venido sola.

-Claro, no necesito protección -dije.

-Estando conmigo, si la necesitas.

-No te tengo miedo -acerqué más mis hombros a él.

-Deberías -sonrió.

-Tú no deberías subestimarnos.

-No lo hago. Sé de lo que son capaces -se escuchó demasiado sincero-. Cuando tenía la edad de tu novio era como tú.

-¿Cómo yo?

-Tu novio tiene veintidós. Es demasiado inteligente y calculador -negó-. Yo no lo era; en ese entonces me preocupaba demasiado, así como tú -volvió a tocar mi nariz.

-Basta. No vuelvas a tocarme -dije a punto de golpearlo.

-Ya no digas eso, has dicho lo mismo anteriormente y no te he hecho caso, no lo voy a hacer ahora -sonrió pero de nuevo sus ojos me incomodaban.

-Esto no funciona. Me voy -me levanté otra vez.

-Deja de hacer drama y siéntate.

-Mataré al ruso si vuelve a venir -dije y comencé a caminar.

Escuché unos pasos acercarse y un aliento en mi nuca me obligó a detenerme.

-Mataré a tus amigos si das un paso más -dijo demasiado cerca de mí.

Sentí como si me hubiera caído enfrente de mis estúpidos compañeros de clase. Me sentí demasiado humillada por este italiano.

-Me colé en un auto de tu hermano, asesiné a sus hombres y después me encargué de dejar a tu hermano como un colador. Eso hice ¿acaso quieres una demostración? -dije y él caminó hasta ponerse frente a mí.

Él estaba sonriendo como si le hubiera contado el chiste más gracioso del mundo.

-Quiero detalles -dijo acercando su cara a la mía y poniéndose a mi altura.

-Estas enfermo.

-Lo estoy, según mis exámenes psicológicos -sonrió-. Ahora sube al auto -ordenó.

Enojada lo vi mal y caminé a su estúpido auto.

-¿Sabes qué? Bájate -me dijo Pietro cuando estábamos dentro del jodido auto.

-No soy tu estúpida -dije enojada-. Sí me bajo, no volveré a ver tu jodida cara si no es para destrozarla.

-No me amenaces -dijo sonriendo y molestándome con eso.

-Claro que lo hago -saqué el arma que me dio Trent y lo apunté.

-Si me matas no encontrarás a tus amigos -dijo tranquilo.

No estamos arrepentidos [NTMCLC#2]Where stories live. Discover now