Capítulo 32

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¿Por qué? ¿Por que siempre hay algo que lo arruina? Siempre hay un detalle que hace de mi vida un completo caos.

¿Que hice, Dios? ¿Que hice para merecer esto?

No me respondas.

-Trent ¿a dónde vas? -pregunté al ver que tomaba el camino contrario a la casa de Luca.

-Creo que prefieres ver al rubio antes que al italiano ¿no es así?

-Sí, pero dijiste que iríamos para allá.

-Monstruo -dijo fingiendo cansancio-. Ellos lo pueden controlar. Esta Nick y Luca, además de los refuerzos -explicó.

-Sobre eso ¿por qué tienes su número? -pregunté.

-Porque soy Trenton Roberts, ellos son el tipo de gente con la que suelo relacionarme -dijo como si hablara con una niña.

Solo lo miré y regresé a ver el camino.

-¿Que le pasó a tu cuello? -preguntó de la nada.

-Pietro -dije y pude ver como él asintió.

Todo estaba en completo silencio, oscuridad absoluta si no fuera por las luces de la camioneta, árboles altos y descuidados, no había nadie a excepción de nosotros.

Nunca me sentí tan identificada, tan cerca de mí misma. Porque sé que al final es como todos estamos, solos. Atrapados en nuestro propio cuerpo, en nuestros propios miedos.

-Llegamos -la voz ronca de Trent me despertó.

-¿Dormí mucho? -pregunté tratando de despabilarme un poco.

-Más o menos -dijo este antes de bajar del auto.

Al entrar a la casa no sé que fue exactamente lo que sentí, tenía nervios por ver a Ari, pero también estaba feliz de saber que está a salvo, aunque a la vez triste porque sé perfectamente que todo fue mí culpa.

-Está en su cuarto, yo estaré en el despacho -informó Trent asintiendo y entendiendo que quería estar a solas con Ari.

Subí las escaleras a pasó normal, se podría decir que un poco más lento que eso.
Quería verlo, pero no sé cómo vaya a reaccionar, no sé si me vaya a odiar, no sé si me va a reclamar.

Estaba frente a su puerta, esa que estuvo entreabierta todo este tiempo, esa puerta que ahora estaba cerrada.

Golpeé dos veces y escuche un "está abierto", de su parte.

Abrí la puerta y lo vi de pie, tenía el cabello muy largo, incluso barba. Nunca lo había visto así, lucía como un hombre maduro, nada que ver con el niño que deje de ver hace un tiempo.

No puedo creerlo. Yo he sido quien lo cambio, todo fue mi jodida culpa y no puedo hacer nada para remediarlo.

No llevaba camisa, tenía moretones y unas vendas cubriendo su pecho y hombro derecho, incluso se veía más alto y el piercing que llevaba en su labio no estaba más, en su lugar había una minúscula cicatriz.

¿Cómo pudo cambiar tanto?

Soy un completo monstruo, soy la peor amiga de este mundo. Debí cuidarlo más, él no tenía porque pagar por algo que hicimos nosotros.

Me vio y alzo un poco las cejas, tragó saliva y se abalanzó sobre mí.

-Milla -dijo en mi cuello.

El abrazo era demasiado cálido, demasiado fuerte, demasiado necesario.

-Ari -dije como pude-. Perdón, perdóname por favor -supliqué llorando-. Nunca quise que nada de esto pasara, sabes que eres muy importante para mí, eres parte de mi familia, no sé que haría sin ti. Juro que te busqué, hice de todo para...

No estamos arrepentidos [NTMCLC#2]Where stories live. Discover now