𝐓𝐡𝐞 𝐃𝐞𝐚𝐥

«Capítulo 4»

Al día siguiente ella fue sola al funeral para dar el pésame a la familia del oficial y de los padres del niño.

Se vistió formal y de negro pese al calor que había este día. Quería ser respetuosa con las familias afectadas por el terror de Derry.

Para muchos en este pueblo, un desaparecido o un muerto, era eso simplemente. Las familias afectadas pasaban a un segundo plano tan rápido, que no se sorprendería que el índice de depresión y tendencias suicidas fuese más alto que el de condados o estados vecinos.

Había una madre y un padre que perdió a su pequeño hijo, un hermano que perdió a su pequeño hermanito.

Habían familias afectadas que, en lo mejor de este fatídico hecho, tenían una respuesta a medias de que ocurrió con sus seres queridos.

Mientras se alistaba, y arreglaba frente al espejo, se repitió a si misma que sería la última vez que iría a un funeral en este pueblo, y que ni su hermana ni sus padres acabarían como estás desafortunadas víctimas.

Se miro fijamente y lo repitió hasta que se convenció a si misma de que sería un hecho.

Bajo la escalera y se despidió de su familia para partir a la iglesia local a pocas cuadras. Honestamente no era una gran distancia caminar de un punto al otro en un pueblo, más había caminado en un día de universidad en busca de algún profesor o de alcanzar algún lugar en la cafetería con sus amigos.

Dios, extrañaba su rutina.

Camino con el extraño presentimiento de sentirse observaba. Se volteo disimuladamente para ver a alguien pero no vio a nadie tras ella o en la calle de enfrente que estuviese siguiéndola.

Frunció el ceño levemente y continuó caminando, escuchando sus propios pasos contá el asfaltó hasta que ya en las afueras de la iglesia había más personas reunidas.

Algunas señoras mayores y familiares de ambas víctimas que tenían ojos rojos de tantas lágrimas.

Busco una cara conocida, hasta dar con Lucy quien consolaba a Trevor quien estaba vestido formalmente pero con el mayor esfuerzo del mundo; sus ojos estaban rojos al igual que su nariz, por las horas en que pasó llorando y sufriendo por la pérdida de su pequeño hermano.

–Hola Trevor —Saludo tímidamente por reencontrase con él en este momento. La tristeza le invadió al verle muerto en mida, totalmente destrozado y sin aires de querer seguir de pie. —No sé si te acuerdes de mi, estábamos en el mismo grado. —Menciono, para no incomodarle en caso de ver a una extraña. —Solo venía para darte el pésame y apoyarte en este duro momento. Lo lamento demasiado,  —Menciono con la voz tornándose quebradiza. Le ofreció un abrazo que este correspondió.

La abrazo para romper nuevamente en llanto. Fue tal la tristeza que Lucy le abrazo al sentirse abrumada. Ambas chicas le consolaron lo mejor que pudieron, y entraron con él a la iglesia siendo buenos apoyos en el momento tan duro en la vida de su antiguo amigo.

La ceremonia era sencilla. Había dos ataúdes cerrados. Uno muy pequeño como si fuera para un bebe. Aunque era comprensible por el hecho de ser solo una parte del cuerpo del niño. Aunque eso bastaba para la familia para entender que su hijo nunca regresaría. Aunque al menos si podría saber dónde está ahora.

El ver varios rostros conocidos y el ver el funeral trajo recuerdos tristes de su infancia. Honestamente perdió la cuenta de a cuántos funerales asistió años atrás.

Sienna nuevamente se sentía observada. Algo o alguien la miraba fijamente.

La sensación era realmente incómoda.