La Infiltrada. | Book #1

Capítulo 5.

Salí del aula de Química sintiendo mis piernas temblar todavía. ¿Yami será bipolar? quiero decir ayer se porto bruscamente conmigo con lo del cigarrillo y hoy se comporta... ¿De una manera pícara? pero lo que me puso más nerviosa fue "¿Sabías que la química tiene mucho que ver con el amor?"  esa simple oración despertó aquel cosquilleo dentro de mi.

- Basta Yugi, tu no puedes enamorarte nuevamente, no. Aleja esos pensamientos de ti. - Entré al baño para lavarme la cara y luego verme al espejo. Tenía una que otra ojera, y aún no se iba el sonrojo de hace rato.- Mierda. - Enjuague más mi rostro para que volviera a la normalidad.

Un ruido de una puerta abriéndose interrumpió mis pensamientos, levanté mi vista para encontrarme con el mismo chico de la moto. Quien me miraba fríamente.

- ¿Se te ofrece algo? - Pregunté con ironía.

- Aléjate de Yami, tu no vas a arrebatármelo ¿¡correcto!?

Lo miré sin entender. - ¿A que te refieres? yo no intento arrebatártelo.

El bufó con irritación.- A mi no me engañas, sé como lo miras. - Dijo apuntándome con su dedo índice.- Tal vez no sepas quien soy, pero Seto Kaiba siempre obtiene lo que quiere, y Halackti no es la excepción.

Yo sólo me encogí de hombros sin importancia.- ¿Seto Kaiba? humm, la verdad es que no me suena. - Fruncí el entrecejo.- Sólo te digo una cosa Kaiba, a mi nadie me ordena con quien estar y con quien no, y si te molesta que este cerca de Yami pues lo siento mucho porque el y yo sólo somos amigos no es mi maldito problema que no confíes en tu relación o lo que sea que tengas con el, permiso. - Mantuve mi postura firmé al hablarle así a Kaiba ya que el era un poco más alto que yo. Bufé. Igual no logró intimidarme.

Mi segunda clase era Historia Universal, bueno al menos algo interesante habrá esta mañana. Sólo espero no encontrarme con Yami en esta clase, o tendré que cambiarme en otro lugar para que no me haga de las suyas.

Cuando entré suspire aliviada, ya que Yami al parecer no estaría en esta clase conmigo. El día empezaba a mejorar. Pasé por los lugares divisando un lugar que estuviera disponible, y si encontré un puesto vació bueno dos, ya que no había nadie más sentado.

Dieron el timbre de la hora de entrada a la siguiente clase, algunos alumnos entraron y se sentaron.

- Disculpa ¿esta ocupado este asiento? - Pregunto un chico albino.

- No, siéntate. - Sonreí amigable, lo cual el me devolvió la sonrisa. Se veía amistoso.

- Me llamo Ryou. - Estiro su mano presentándose, acepte su saludo igual.

- Yugi. - Sonreí.- Mucho gusto en conocerte Ryou, espero llevarnos bien en esta clase.

- El placer es mío Yugi, estoy seguro que seremos buenos amigos. - Respondió sonriente.

De pronto alguien entró azotando la puerta del salón, todos volteamos exaltados para ver a dicha persona y...

Ay no, esto no puede pasarme a mi.

Me golpee literalmente la frente al ver a Yami entrar al salón con una mirada de perros. Me miró a mi luego a Ryou, pude escuchar claramente como gruñía con fastidio. Paso por un lado nuestro tomando el asiento de atrás tirando sus cosas en el pupitre.

Noté como Ryou se ponía literalmente nervioso, pero trato de disimularlo. Arrancó una hoja de su cuaderno para escribir algo y luego entregármelo.

"¿Qué le pasa al tipo?"

Escribió Ryou.

"Ni idea, esta loco, hay que ignorarlo"