2. Correos

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La tarde sigue su curso y vemos la película, yo termino con todos los correos temprano y Allison propone salir.

-Deberíamos ir a cenar -la miro y ella está haciendo contacto visual con Scott y sonriendo.

-Seguro -contesta éste-. ¿A dónde quieres ir?

-Vamos por unas pizzas - dice animada. Voltea a vernos al chico y a mí buscando aprobación. Sabe que no me niego a unas buenas rebanadas de pizza.

-Yo estoy bien con eso -declaro al igual que todos. Nos levantamos de la cama y bajamos las escaleras-. Scott, ¿traes el carro?

-No, Stiles me trajo -miró a Stiles- ¿Tú manejas?

Éste asintió. Tomé mi bolso y el de Allison, se lo entregué y tomé un pequeño papel. Le escribí una nota a mi mamá diciendo que saldría con Allison y dejé el papel en la barra de la cocina.

Cerré con llave la casa y seguí al resto hasta un Jeep. Scott y Allison subieron atrás y yo tomé el asiento de copiloto.

-¿Qué hora es? -pregunto con el auto ya en movimiento y Stiles al volante.

-Ocho y veinte -contesta.

-No podemos volver muy tarde.

-No lo haremos.

Volteo la cabeza y noto que Allison y Scott están en su propio mundo, agarrados de la mano y susurrándose cosas. Vuelvo a mirar al frente y luego a Stiles.

-¿Cuál es tu libro favorito? -emito un pequeño «eh»- Dijiste que te gusta leer, ¿cuál es tu libro favorito?

-La sirenita.

Me mira confundido.

-¿Lees una película?

-Fue un libro primero -río. Parece ser bastante despistado- ¿Y el tuyo?

-Yo no leo.

Guardé silencio meditando sus palabras.

-¿Nada? ¿En serio?

-No, al menos que cuentes los libros de la escuela, no.

No dije nada pues no se me ocurría algún comentario coherente.

Me decidí por cambiar el radio todo el camino.

-¿Vamos en el mismo año? -pregunté intentando romper el hielo.

-Sí. De hecho tenemos clases juntos.

-¿Sí? -pregunté confusa, no tenía idea. Cuando el asintió, continué- ¿Cuál?

-Química, matemáticas y física.

-Tal vez sea porque son mis favoritas y pongo atención -reí y él sonrió-. ¿Cuáles te gustan a ti?

-Ninguna.

-¿Ninguna? -reí- te debe de gustar una, o al menos alguna que te fastidie menos que las demás.

-Tal vez química -dijo no muy seguro. Hizo una pausa y confirmó- Sí, química.

No contesté porque me di cuenta que ya habíamos llegado y Allison y Scott ya habían entrado. Abrí y salí por la puerta de copiloto esperando a Stiles.

Al entrar, Scott pidió las pizzas en el mostrador mientras que nosotros nos sentábamos.

-¿Cómo no quererlo? -dijo sonriente Allison viendo hacia donde estaba Scott.

-¿Cómo no amarlo? -reí ante el comentario de Stiles.

Allison siguió delirando con Scott, como siempre. Scott es mi mejor amigo junto con Allison, llevan saliendo más de un año y desde entonces pasamos tanto tiempo juntos que le tengo bastante confianza.

Scott llegó con dos cajas y empezamos a comer.

-Deberíamos salir más seguido todos -menciona Allison dándole una mordida a su rebanada.

-Sí, así tendré con quien platicar cuando ustedes decidan comerse la cara del otro -dije sarcástica provocando que todos rieran y Allison se sonrojara.

Platicamos de las usuales tonterías de siempre, pero ahora con numerosos comentarios sarcásticos de Stiles, que no me cae nada mal.

Le propuse a Allison que se quedara a dormir conmigo por lo que después de un par de horas volvimos a casa.

Cualquier rastro de incomodidad se había esfumado. Stiles, que a menudo se mostraba nervioso, era bastante simpático.

El viaje de vuelta involucraba ventanas abajo, radio a todo volumen y cuatro adolescentes con cuerdas bucales severamente defectuosas.

Era un tanto increíble el nivel de confianza que había recaudado en ese momento, no suelo cantar enfrente de la gente.

En cuanto llegamos a mi casa, Allison hizo una despedida que yo describiría como dramática. Bajé del auto sabiendo que durarían un rato.

Crucé hasta la acera, del lado de la puerta de Stiles para despedirme.

Sonreí sincera y dije un simple «gracias». Él sonrió y se rascó la nuca.

-De nada -dijo casi balbuceando-. Deberíamos hacerlo otra vez, salir.

-Seguro -sonreí una vez más y toqué el cristal para que Allison saliera, cuando finalmente lo hizo, me despedí de Scott, ella de Stiles y nos metimos.

Me tiré en la cama tan pronto entré a la habitación, junto con Allison, claro.

-¿Te cayó bien?

-¿Quién? ¿Stiles? -asintió- Seguro. ¿A ti?

-Claro, pero ya lo conocía -la miré indicando que siguiera-. Es el mejor amigo de Scott, por eso.

-Oh -hubo un largo silencio, en el que casi se podían escuchar nuestros latidos-. ¿Quieres hacer algo?

-¡Correos! -se levantó a la velocidad de la luz y tomó la laptop de donde la había dejado.

-Cielos, Allison, tranquila. No creo que haya correos, ya contesté hace unas horas todos los que había.

Ella parecía concentrada en la pantalla por lo que me asomé a revisar. Estaba leyendo mis correos anteriores.

-¿Qué? -pregunté.

-Nada, sólo me gusta leerlos.

Me levanté y busqué un par de pijamas. Saqué dos pijamas a cuadros, una roja para mí y una azul que le lancé a Allison, soltó un quejido y yo reí.

-¿Qué es éste, Lyds? -me acerqué a ella para saber de qué hablaba. En la pantalla se encontraba el correo del único enamorado que quiere estar en la friendzone.

-Ah, no sé, lo envió algún chico hoy.

-Qué raro, ¿no crees? -asiento- Para mí, que ni siquiera te necesita. Parece ser caballero nato.

-Sí. Sólo necesita alguien que se lo diga.

Tomó el computador y empiezo un nuevo correo.

«Querido M,

Aunque todavía no hayas respondido mi último correo, te daré otro consejo de cortesía.

No es necesaria mi ayuda, pareces tener buenas intenciones y aunque no te conozca, sé que eres educado. Sólo háblale, ve por el premio mayor, invítala a salir.

Recuerda que te arrepentirás más por lo que no hiciste, que por lo que hiciste.

Tu amiga, Desconocida»

Two Young Hearts «STYDIA»Where stories live. Discover now