11. Reír

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Las cosas se habían vuelto un tanto incómodas entre Stiles y yo, ya no sabíamos cómo comportarnos con el otro.

Estoy en clase de matemáticas, viendo como Stiles me sonríe al entrar y se sienta en la fila detrás mío. Por alguna razón hablar se nos ha dificultado mucho.

Tal vez todo fue un ataque de adrenalina y nada debió haber pasado.

Pero el hubiera no existe y es una idiotez perder el tiempo en él. Las cosas son como son.

Me volteo para iniciar una conversación pero lo veo muy entretenido con un libro. Está... ¿Leyendo?

-¿Qué lees?

Parecía no haber notado que le ponía atención y dio un pequeño salto en su lugar. Reí al ver cómo cerraba el libro como reflejo. Tapó la portada con su mano.

-Nada.

Lo miré haciéndole saber que no me creía. Luché para que quitara su mano y cuando al fin lo logré sentí algo indescriptible. La Sirenita.

Sonreí expresando calidez. Me pone feliz que lo haya recordado.

El profesor entra justo cuando iba a decir algo así que opto por sonreír una última vez y regresar la vista en frente.

♦ ♦ ♦

Suena el timbre de salida y salgo del salón ya que la estampada de adolescentes lo haya hecho primero.

Camino por el pasillo en busca del casillero de Allison. Antes de dar vuelta a donde éste se encuentra, escucho voces y decido quedarme escondida tras la pared.

-¿Lo vio? -ese debió haber sido Scott.

-Sí -esa voz definitivamente era de Stiles, de pronto su tono se hizo más suave-. Hubieran visto su cara.

-Es increíble que aunque ya le hayas dicho igual tengas que consultar todo con nosotros primero -reprochó Allison.

-Gracias, Allison, estoy consciente de ello -su conocido tono sarcástico se hizo presente.

-¿Se ríe cuando está contigo? Eso es bueno, ¿no? -dijo Scott y Allison se lo confirmó.

-Se supone -suena como si le costara hablar-, que para enamorarla, debo hacerla reír. Pero cada vez que ríe -hace una pausa-, yo soy quien se termina enamorando más.

Siento un extraño calor en mi pecho, tomo aire y salgo como si no hubiera escuchado nada. Parecen temer que lo haya hecho pero lo he disimulado bien.

-Allison, ¿me llevas? Por favor -ladeo un poco la cabeza.

-Seguro -Scott le da un codazo para nada disimulado y al instante corrige-. En realidad, tengo planes con Scott, pero Stiles puede llevarte, ¿no, Stiles?

Mantiene la boca abierta antes de contestar.

-Sí, claro.

Caminamos hasta el estacionamiento los cuatro y cada quién toma su rumbo. Subo el volumen del radio tan pronto nos subimos. Temo que se forme ese horrible silencio donde quiero hablar y no puedo.

Apenas arrancó el carro hablé.

-¿Te está gustando? El libro.

-No sé.

Podía verlo en su cara, quería responder que sí pero su orgullo lo detenía. Sé lo que se siente.

-Te gustará.

Inicio a hablarle sobre todo tipo de libros que hay en mi repisa y sobre como algún día podría prestarle alguno.

-Debes saber que no los presto a cualquiera, ni siquiera a Allison -digo lentamente como si le explicara a un niño pequeño.

-¿A Allison no? -ríe- ¿Por qué?

-¿Has visto sus libros de texto? Están doblados en cada página y maltratados.

Se queda callado pero con una sonrisa.

Cuando llegamos a mi casa, él estaciona y me cuestiono si invitarlo a entrar sería correcto. Tomaré el riesgo.

-¿Quieres entrar? Podemos hacer la tarea.

-Está bien.

♦ ♦ ♦

Después de dos cansadas horas, al fin terminamos.

-¿Quieres salir? Quiero ir a tomar aire.

-Vamos a dar la vuelta.

-Seguro -me alegra una frase tan sencilla, tan sólo porque no duda al decirla.

Ya que hemos guardado todas las cosas, salimos a caminar un rato. Stiles está a mi lado izquierdo, del lado de la calle.

Es agradable porque no se siente esa pesadez en el ambiente. Ese silencio no es abrumador, ni un poquito. Es un divino silencio que me recuerda su presencia y lo feliz que me hace que así sea.

-¿Sabes de que me he dado cuenta?

-¿De qué?

-Eres muy terco, Stiles.

Hace una expresión ofendida.

-No lo soy.

Río y no discuto de vuelta, ambos sabemos que es cierto, la única diferencia es que él no lo admitirá.

-Háblame de libros de nuevo.

Fruncí el ceño, extrañada por lo que dijo.

-Pero si me la he pasado hablando de eso todo el día. Debes estar harto.

-No -cuando preguntó el porqué continúa-. Porque me encanta ver ese brillo en tus ojos cuando hablas de algo que te gusta.

Sonreí, no de esas sonrisas que das por amabilidad ni porque algo te da gracia. Fue una de esas que te hace saber que eres feliz, una de esas cálidas. De esas que no das seguido.

Le tomo la mano y está relajado desde el primer instante. Es un avance.

♠ ♠ ♠

¿Soy la única que se enamoró más de Stiles en éste capítulo?

Wow, en serio, wow. Una mañana hay 600 leídos, voy a la escuela y hay 800, no tienen ni idea de lo feliz que eso me hace. No pongo el millón de emojis que quiero porque no puedo pero imagínense un montón de corazones y cositas como de fiesta que ni idea de cómo se llaman.

Sus votos y comentarios son mi oxígeno. En serio.

Estaba leyendo sus comentarios y sonriéndole a la pantalla (muy happy), en eso mi mamá entra y me pregunta si estoy hablando con el novio. Y así es como mi madre me bullea.

Anyways (qué pocha soy), muchísimas gracias a todos♥.

-Annie «oh, wow, lovely».

Two Young Hearts «STYDIA»Where stories live. Discover now