Breaking down. [KidxLaw, ZoroxLuffy]

Intento.

Especial 2.

(POV KID)

Le tenía enfrente de mí, allí con sus moratones a lo largo de toda la cara, incrustándose hasta en los mismísimos labios con los que había estado soñando últimamente.

De verdad, todo era tan raro para mí. No era posible que me hubiera acostado con un hombre. Pero se había sentido tan bien haciéndolo con él. Y ahora le había desvirgado, genial.

Practicamente acababa de declararme ante el moreno, y claramente aceptaría mi propuesta. No sería tan cabrón de decir que no ahora después de todo lo que ha pasado.

Sentía que esto era lo correcto ahora. Ciertamente tenía miedo de que no me terminara de llenar y hacerle únicamente daño. Eso era lo último que quería en este mundo. Lo quería tanto.

Siempre tan indefenso y solitario, tan enfermo, tan triste. Desde que lo defendí aquel día de los imbéciles que tenían la intención de pegarlo siempre había intentado protegerlo, sacarle una sonrisa, que entendiera que yo estaría ahí en todo momento, para que supiera que la vida tendría sentido si seguía adelante.

Se convirtió en rutina el ir acompañado de él a todas horas, aunque usara su característico sarcasmo que me sacaba de quicio. Siempre retándome. Aquellos tiempos en que éramos nosotros mismos los guardo como un tesoro.

La gente siempre había intentado alejarme de él. Aunque todos los que se metieron en nuestro camino acabaron malparados. Así que el resto simplemente se resignó a aceptarlo.

En el orfanato habíamos llegado a compartir habitación, por lo que en varias ocasiones lo vi con el torso al aire, preocupándome entonces por su enfermedad. Allí fue cuando me contó todo, incluso lo de sus padres.

Yo por mi parte no podía hablar aún del tema, se me hacía demasiado doloroso. Estaba algo reciente. Pero por lo demás, era como un libro abierto para él ya.

Así crecimos, inseparables. Y la mayoría de edad se presentó. Recuerdo que el pelinegro había empezado a estar distante. Luego descubrí la razón: tomaríamos caminos distintos y nuestra verdadera vida comenzaría ahí.

Le dejé bien claro que lo quería en todas y cada una de mis vidas. Y así sus dudas se disiparon.

Si bien es cierto que no vivíamos juntos, sólo nos separaban unos barrios. En la universidad tampoco nos veíamos, pero yo lo compensaba yéndolo a ver todos los días.

Ya por entonces había descubierto el porqué de mi carrera de ingeniería mecánica. Me había decido a contarle la verdad que me atormentaba sobre mi pasado, la muerte de mis padres. Me apoyó, mucho más de lo que nadie hizo, y me engatusó aquello, haciendo que dependiera de su presencia en mi día a día.

Entonces, en primero de carrera conocí a Bonney. Era la mujer mas guapa de todo el recinto en todas las áreas. Por esa época estaba saliendo con un tal Drake, pero no duraron mucho, ya que me enteré de lo que le hacía y claramente, me interpuse en medio.

Aparte de preciosa, era inteligente y buena persona. Lo tenía todo. Y desde el suceso con su actual ex, habíamos empezado a conocernos mejor.

Era Trafalgar en mujer, nunca mejor dicho. Irradiaba sensualidad por donde iba, su astucia destacaba en ella y prefería sufrir en silencio que a dañar a los demás. Me vi en la necesidad de protegerla, y acabé saliendo con ella tras la noche en la que se me confesó.

Cierto es que ya había probado a varias personas antes, pero esta vez se sentía diferente. Y me acabé enamorando de la pelirrosa.

Fuimos creando un grupito de amigos que se dedicaban a lo mismo que nosotros así que se nos hizo fácil congeniar. Aunque para mí la cosa cambió cuando comenzaron a tratar a Trafalgar como objeto de burla. Pero esto sucedió ya en el segundo año.