capitulo 8

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-Julieta-

me levante de la silla de mi escritorio y tomé entre mis manos un folder celeste, con mis manos arreglé las páginas que se encontraban en su interior, caminé por el pasillo hasta quedar frente a la puerta de Ernesto...iba a tocar, pero una segunda voz del otro lado llamó mi atención...

-¿entonces ya la conociste? - preguntó Ernesto, acerqué mas mi oído a la puerta

-si, y la verdad no se ve con tanta experiencia... - respondió ¿señor Cooper? - la contraté porque noté que algo en ella estaba mal...

-pero no me puedes negar que es muy diferente a las demás chicas de por aquí... - contestó Ernesto... - ¡claro! aparte de Jullie... - escuché la risa del señor Cooper

-si lo es...tiene algo en ella que siempre tiene una sonrisa... - dijo... - de hecho es muy hermosa... - dijo el señor Cooper...sonreí de lado, ¿él diciendo que alguien era hermosa aparte de...

-si Kenia te escucha diciendo eso, estoy seguro que no tendrías un mañana asegurado - bromeó Ernesto

-por eso no digo nada que le moleste, no sé ni porqué terminamos juntos... - puse mis ojos en blanco, Kenia Morgan, es una mujer demasiado controladora, interesada e hipócrita, al igual que su hermana Gabriela, no sé como llegaron a parar a esta oficina... - pero de alguna forma siento que no es una mala mujer... - si supieras...pensé, me alejé de la puerta decidiendo que no podía ser mas entrometida en cosas que no son mis asuntos...toqué la puerta y estoy casi segura que las voces cesaron, abrí la puerta y vi al señor Cooper sentando frente al escritorio de Ernesto, ambos me miraron por lo que me obligué a explicar el porqué los interrumpí...

-disculpe, pero aquí le traje el documento que usted necesitaba señor... - Ernesto me miró suplicante con una sonrisa... - Ernesto... - corregí, en eso el señor Cooper se levantó de su silla...

-yo me retiro mi amigo... - dijo despidiéndose de Ernesto, me miró a mí y formó una pequeña sonrisa... - con permiso... - dijo alejándose hasta salir por la puerta...volví mi mirada hacia Ernesto y seguí con mis avisos

-también para que le avisara al señor Cooper que la señorita Kenia Morgan ya está aquí en la cuidad... - dije - está hospedada en este hotel... - le entregué un pequeño papel en donde se encontraba toda la información... - llamó hace unos cuantos minutos pidiendo que su novio la fuera a visitar y a ayudarla a desempacar, y todas esas cosas... - Ernesto asintió

-yo le digo esos mensajes a Cristopher, no te apures... - me dijo... - muchas gracias Jullie... - me sonrió y me guiñó un ojo, mi corazón empezaba a palpitar más rápido

-bueno, entonces yo... - dije nerviosa - yo me retiro, con su permiso... - dije para acercarme a la puerta y salir de ahí, me dirigí a mi escritorio de nuevo...me senté y encendí mi lámpara que se encontraba a mi lado derecho para poder empezar a leer un libro que compré hace poco, me encantan leer libros de aquellos que me llaman la atención como los de suspenso y especialmente aquellos que tienen finales trágicos, no es por lo que sucede, si no que por el tipo de emoción que le produce al lector...aunque no quisiera que pasara en mi vida...el ruido de mi teléfono me hizo cerrar el libro ¡acaso nunca podré leer en paz...! suspiré y levanté el teléfono fijo y lo coloqué en mi oído...

-buenas tardes...estas son las oficinas de... - una voz me interrumpió la frase de inmediato

-¿le dijiste a mi novio lo que te pedí que le dijeras? - dijo una mujer del otro lado de la línea, acerté de inmediato que se trataba de la señorita Kenia...

-si ya le dije...el señor Cooper llegará tan pronto pueda... - respondí...

-pues vuelve a insistir, dile que necesito de su presencia aquí para que me ayude con mis maletas... - puse mis ojos en blanco - lo he extrañado demasiado ¿acaso no le importo en lo absoluto...?

-mire, yo ya cumplí en informarle que pronto llegará a su encuentro... - dije - le aviso que el señor Cooper ha contratado su propia secretaria...y que a partir de mañana puede comunicarse con ella... - dije, que alivio sentía que de alguna manera no volvería a escuchar su voz...aparte de la de su insoportable hermana, que me veo obligada a verla todas las mañanas porque siempre busca a Ernesto...

¡no la soporto! tengo todas las ganas de dejarla sin pelo...pero como siempre tengo que limitarme a decirle...

-buenas tardes señorita Gabriela...¿que se le ofrece? - dije al verla frente al escritorio...todos los días es lo mismo...

El JefeWhere stories live. Discover now