Harry.
Mientras sus tímidas carcajadas se deslizaban por sus labios mezclándose entre la casi inexistente brisa al intentar empujar mi cuerpo sentado sobre un pedazo de madera sujeto por dos cadenas a los costados, algunas risas quedaban atrapadas entre mis dientes al escuchar sus quejidos acerca de que debía bajar un poco de peso. Detuve el movimiento del columpio con la parte posterior de mis zapatos, sintiendo mi pecho lleno de una alegra inefable al girar mi cuerpo hacia ella; tomándola por sorpresa al encargarme de envolver mis brazos en su cintura resumiendo mis sentimientos en un delicado abrazo, la sonrisa en sus labios cosquilleaba la zona sobre mi clavícula izquierda mientras que algunos mechones de su fino cabello acariciaban como una suave pluma la piel de mi cuello, desearía poder detener ese momento. Ese momento donde nuestras cálidas respiraciones se mantenían mezcladas al mismo tiempo que nuestros cuerpos se funcionaban con un gesto tan normal pero a la vez significante.
Y puedo asegurar que no me importaba, no me importa el lugar donde este, si ella está a mi lado.
Quiero agradecer a blodstram por su ayuda al escribir este capítulo, es una maravillosa escritora y las invito a todas a pasarse por sus historias para que lo comprueben ustedes mismas.
Perdonen mi tardanza en actualizar, sinseramente he estado un poco dispersa, pero volví dispuesta.
¡Gracias por los 19k vistos! Son las mejores, las adoro.
Te quiero, Kim, gracias por tu ayuda.
Marie.
