Tus ojos cafés, del mismo tono del brebaje que se encontraba en mi taza, se encontraron con los míos desde la distancia.
No lo soporté, Caleb. No era tan fuerte.
Aparté la mirada, robándole fuerzas a la nada, y esperé, como un criminal que aguarda su sentencia, tu llegada.
JE LEEST
Un café para olvidar
Kort verhaalLyla sabía que un café no sanaría su corazón. No le devolvería el tiempo, ni las sonrisas. No purgaría sus lágrimas. No enmendaría sus sueños rotos. Pero, al menos, le concedería eso a Caleb. Sería la última cosa que haría por él. Le daría un café...
