Boarding School»Jolinsky

Ocho

Los rayos del sol acrecentaban el dolor de cabeza, de por sí, el mismo silencio lo hacía. Bendita la hora en que decidí emborracharme. Froté mis ojos y me dirigí a la cocina, o el intento. Necesitaba unas pastillas para el dolor de cabeza y agua. Noté que el pequeño no estaba en la habitación. Lo encontré saliendo de la ducha, lo cual fue bastante incómodo, una toalla rodeaba su cintura y pequeñas gotas descendían por su torso y de su rubio cabello. Era un imagen bastante gratificadora.

- Buenos días- su voz sonó un poco ronca.

Justo lo que faltaba, me mordí el labio y me contuve con toda mi fuerza de voluntad . Con esto seguramente el dolor desaparecería en menos de lo que creía.

- Buenos días- le mostré mi mejor sonrisa.

- El desayuno ya está servido por si tienes hambre. Saldré un rato, tengo que ponerme al corriente con las materias- era tan dulce.

- Gracias Jack, aquí te esperaré.

Por alguna extraña razón sentía que ahora teníamos un vínculo, y esperaba con todas mis fuerzas que él lo sintiera así. No me había molestado en notar que solo vestía unos bóxers, y el color no tardo en subir a mis mejillas. Tomé un sorbo acompañado de la pastilla. Y probé la delicia que Johnson había preparado, ¿es que tenía que ser perfecto en todo?

(...)

Johnson

Vacié mis pensamientos al ver a Aaron, caminaba por los pasillos riendo junto a un pelirrojo. Vaya en menos de 24 horas el chico ya parecía haberme olvidado. Bufé algo molesto y me seguí de largo sin ponerle más atención. Algunos murmuraban cosas sobre que había pasado en la fiesta, como  quien había besado a quien o que había hecho tal, así como reían de las estupideces que quizá habían realizado. Yo no recordaba mucho, solo tenía presente que había llegado ahí con Nash, había visto a Jack con Cameron y a partir de eso todo era borroso. Esperaba que no hubiera hecho alguna travesura, sería bastante vergonzoso.

Revisé la pizarra de actividades, no había ninguna en mi nombre, lo cual era extraño, ya que siempre se mantenía llena. Creo que el castigo era más bien un descanso, me sentí aliviado y decidí ir a ver a Jack, hoy sería un día perfecto para un maratón de Netflix.

(...)

- ¡Santo cielo!- exclamé una vez más mientras trataba de ocultarme debajo del brazo de Gilinsky.

- No da miedo- protestó.

- No es mi culpa que seas un insensible- farfullé aún oculto.

- No lo soy- susurro y me apegó más a él.

De cierta forma estar escondido en el brazo de Jack hacía que la película resultara menos escalofriante. Solo le sonreí, y me incorporé de nuevo al asiento. La lluvia había bañado la tarde, y no podía haber clima mejor para el maratón. Arropé a Jack con la cobija y tomé el chocolate caliente.

- Mejor veamos Harry Potter, espero que no te asuste también - bromeó Jack.

- ¡hey! - golpeé su brazo levemente.

- No es mi culpa- reí.

(...)

Empezamos con la primer película de Harry, la verdad es que todas eran muy buenas. Lo cual compartía con el pelinegro, ya que se encontraba atento a la película mientras comía gomitas.

- Draco Malfoy está muy bueno- dijo mientras comía.

- Claro que no. El bueno es Harry.

- Eso no es verdad, Malfoy se parece a ti- capté su indirecta.

- Yo no estoy bueno- defendí.

- Bah. Eso ya lo sé, yo sí-me mostró su perfecta dentadura.

- Ni tu- borró su sonrisa.

- Eso no decías ayer cuando querías que te besara.

Abrí los ojos de sobremanera, ¿A caso nos habíamos besado? Tenía que ser una broma.

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