GET OVER IT (Supéralo) fanfic Kirstie Maldonado/Avi Kaplan, en español (Kavi)

21: Enough is enough

(Nota de autora: Si quieren escuchar tocar a Kevin, reproduzcan ahora el video adjunto)

.

***Miércoles, mayo 20***

***05:33 p.m***

.

Avi:

   Estoy en mi casa con Kevin (sí, pasamos todo el día juntos, lo se). Estamos trabajando en su nuevo video de celloboxing. Hace semanas me pasó el demo de su nuevo cover, “Julie-O” de Mark Summer. Una genialidad, de verdad este muchacho se supera a sí mismo en cada trabajo.

   Aún recuerdo la tarde en la que surgió la idea del celloboxing, a los diecisiete años.

*flashback*

   Kevin y yo estamos en su casa, estudiando para el exámen de Historia que tendremos en dos semanas. Aún tenemos mucho tiempo, pero como es nuestro anteúltimo año, queremos asegurarnos de mantener nuestros promedios. La Universidad llegará en menos de lo que cante un gallo. Sonrío con entusiasmo, y miro a mi amigo.

–¡¡Estoy tan emocionado!! No puedo esperar a estar en la Universidad. Entrar a ese mundo será fabuloso. Las tareas, monografías, exposiciones– digo, bajando gradualmente el tono de mi voz –Los libros que deberemos tragarnos kilo a kilo, el poco tiempo que tendremos para dormir, para salir... Para vivir.

   Kev alza una ceja y suelta una risa pequeña, que amenaza convertirse en carcajada. Deja de reir, se aclara la garganta y se pone de pie. Al otro lado de su habitación está su cello. Abre el compartimiento, lo saca y se lo lleva a la silla donde estaba frente a mí. Se posiciona con el instrumento, me apunta con el arco y me mira con seriedad.

–Esta es una canción que compuse para ti. La llamo “Avi, el bipolar”.

   ¡¡Qué bufón!! Me río mientras él toca una pieza triste con su cello, con sus ojos cerrados, fingiendo aflicción. De repente, abre sus ojos y comienza a subir la velocidad de las notas, y encima de ellas agrega una animada base de beatbox.

–Hey, ¡¡Aguarda!!– digo, con mi mano levantada. Él deja de tocar y me mira –Eso suena muy bien.

   Mi amigo me mira con las cejas arqueadas, notablemente confundido.

–¡¡El beatbox sobre el cello!!– repito, haciendo gestos exagerados con mis manos –Se oye muy bien. ¿Cuándo se te ocurrió?

–Lo... Lo acabo de inventar– dice, algo avasallado por mi extrovertida reacción.

–Hazlo de nuevo– pido.

   Me acomodo para escuchar eso de nuevo, recostando mi espalda en el respaldo de la silla y cruzando mis brazos. Vuelve a improvisar unos acordes mientras hace beatbox. Le sonrío mientras lo hace.

   Eso es una genialidad. Una maldita genialidad.

*fin de flashback*

   Comenzó a subir videos a YouTube un poco después de acabar la preparatoria. Y hace dos años, a sus veintitres, se volvió conocido en la plataforma. La popularidad de sus videos se debe, no sólo a lo innovador de combinar un instrumento clásico como el cello con una práctica moderna como el beatbox, sino también a la buena calidad que tienen. Kevin se encarga del audio y yo me encargo de lo visual. Tiene una consola en su cuarto, y un rincón de 2 x 2 metros revestido de aislante acústico, además de los micrófonos y todo el material para lograr un sonido profesional y limpio. Cuando tiene el audio listo, me lo envía por e-mail, yo lo escucho y dejo que la misma canción me guíe para saber qué video filmar. Pero Julie-O es diferente, me está reventando la cabeza. No se me ocurre absolutamente nada que sea gráficamente acorde a su trabajo.