Capítulo XIV

10.3K 553 48
                                    

No puedo creerlo, esto simplemente no puede estar pasando. Mei está muriendo en mis brazos, con lo poco que bebió, no creo que logre vivir. Es la segunda vez que esto me pasa, pero la primera vez que siento que voy a morir si ella me deja.

El muy hijo de puta, está ahí parado mirando como ella simplemente se va ¡voy a matarlo! Dejo a Mei, cuidadosamente en el suelo. Y rápido me acerco a él, esto no lo voy a dejar así. Lo tomo de la camisa, el simplemente no se mueve. Encima de haberla tocado, y haberle hecho pasar ese horrible momento, ahora le dispara.

- Maldito hijo de puta, te vas a arrepentir de haber hecho algo así - lo muerdo rápido y arranco la carne de su cuello, ahora si sufre, mientras te mueres lento y dolorosamente.

Lo tiro en el suelo y le deposito una patada en el estómago, que me hace escuchar sus costillas quebrarse como palillos. La herida comienza a quemarse, lo que sucede con los cazadores si los muerdes.

- Ah – grita, pero ya ni lo escucho.

Vuelvo a mi Mei, ha cerrado sus ojos. La agarro en brazos y corro hacia la casa. Esquivando a todos y entrando a una habitación. Necesito que no me hablen, para no matar a nadie, sé que hare eso con el primero que me pregunte ¿Qué paso?

Me siento en la cama con ella en mis brazos, esta pálida y fría. Ya no escucho su corazón latir, y tampoco siento su delicioso aroma. Empiezo a llorar como nunca lo hice en mi vida, no puedo evitarlo.

- Mi niña, ¿Por qué hiciste algo así? ¿dar tu preciosa y delicada vida por un monstruo como este? Tú te merecías vivir más que yo –

Me amaba de verdad, como para dar su vida por mí. Estúpidas normas de vampiros. Tocan la puerta y veo a James entrar. Corre hacia nosotros.

- ¡Nicholas! ¿qué paso? – mierda, no me hables ahora James - ¿Qué has hecho?

- No he hecho nada, ha sido uno de los cazadores, ella se interpuso cuando iban a dispararme.

- Mierda – la mira así, tan inmóvil - ¿no se te ocurrió convertirla?

- Sí, pero bebió demasiado poco.

- Solo queda esperar una hora, es lo que tardan en convertirse.

- Dime que aun escuchas sus pensamientos – acaricio su bello rostro, esta fría, muy fría.

- No Nicholas, no escucho nada – se sienta en la cama

La abrazo con fuerza, solo un milagro que me la devuelva. Solo uno.

- Te dejare solo – james derrama una lagrima.

Sale de la habitación y segundos después escucho a Amy gritar, ya lo sabe. Beso sus hermosos labrios, estoy realmente desesperado, el llanto es incontrolable. Y el dolor en mi pecho me desgarra.

- uos diligunt transit in aeternum – mierda, el latín es mi única opción – estés o no estés aquí, siempre será así.

**

Ha pasado una hora, una tortuosa hora, en los que pedí por favor que abriera sus preciosos ojos, que me diga que aquí esta, que no la he perdido. Pero nada sucede.

Otras tres horas y ya no lo resisto más, ella ha muerto, no va a volver a despertar. Abrazo su cuerpo con fuerza. Va a despertar, sé que va a despertar.

La puerta se abre, James entra con una cara de tristeza.

- Nicholas, han pasado 4 horas, no va a despertar

Cicatrices I: Marcas en la pielWhere stories live. Discover now