Wattpad Original
Te quedan 7 partes más de forma gratuita

7. Adornos navideños

13K 1.1K 346
                                    

No supe exactamente qué sentir cuando alcé la mano y toqué el timbre de la casa de los Foster al día siguiente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No supe exactamente qué sentir cuando alcé la mano y toqué el timbre de la casa de los Foster al día siguiente.

Todavía había restos de luces, adornos navideños, guirnaldas de todos los colores, pero todo estaba como a la mitad. Y con solo los restos de la decoración de la fiesta vecinal, aquella casa aún tenía más decorativos que la mía en toda la vida. 

Yo había practicado mi discurso varias veces. Cuando Brick me abriera la puerta, intentaría ser casual y sacar un tema de conversación antes de llegar al grano.

Pero no fue el chico Foster quien abrió la puerta doble de madera oscura, sino su madre.

—Oh, hola, Maia. ¡Qué gran sorpresa!

Se notaba alegre, contenta, pero todo eso estaba mezclado con mucha confusión. Me di cuenta de que miraba un poco para distintos lados de la calle detrás de mí.

—Hola, señora Foster. —Intenté sonar amable—. Veo que aún tienen los adornos de la fiesta.

—Ah, sí. Esta casa es todo un lío —resopló ella con dramatismo, pero la verdad no era así. Esa casa era lo más limpio y ordenado que existía en el barrio... o la ciudad—. Lo lamento. Pero bueno, esas son consecuencias de una bonita reunión.

Ella sonrió, y en ese preciso momento sentí que no era buena idea preguntar por Brick. Hubiera sido raro; él y yo no éramos amigos de toda la vida como para venir a visitarlo. Sin embargo, debía hablar con él de alguna manera y nunca tuve su número de teléfono.

Miré una guirnalda que colgaba de sólo un extremo.

—Sin duda —dije con entusiasmo—, fue una fiesta muy divertida. Es una lástima que nadie del barrio se ofrezca a ayudar con su casa luego de ser el sitio de reunión para todos los vecinos. ¿Me permite ayudarla con la decoración?

A la señora casi se le salieron los ojos de las órbitas.

—¿En serio? —Un brillo pasó por sus pupilas, veloz antes de desaparecer con un meneo de cabeza—. Oh, no, no voy a molestarte con eso, Maia. Nosotros decidimos ofrecer nuestra casa este año...

—Insisto, señora Foster. Estoy de vacaciones, tengo todo el tiempo del mundo.

Di un paso al frente, enfatizando mis ganas por ayudar.

Ella volvió a sonreír, rindiéndose ante la tentación y abriendo un poco más la puerta como signo de que soy bienvenida.

—Ah, por favor, dime Judith. 

 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Una noche de viernes vengativaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora