Desahógate, cariño

"El día"

Ken.

 Lo primero que sentí cuando la vi, fue mi corazón agitarse sin control. Tuve la necesidad abrazarla y no soltarla nunca, de besar su mejilla que estaba casi morada, de acariciar su cabello. Quise besarla y mantenerla cerca a mi para poder cuidarla de cualquier mal.

Pero no, lo único que hize fue entrar a su casa que olía un poco a moho.

—Sientate, te traeré un poco de café.-me dijo con aquella voz un poco rasposa, y se adentró en la cocina.

Noté que su casa no tenía ni una sola foto familiar, ni de ella, ni de nadie, sólo un cuadro que me hacía sentir vacío que estaba colgado frente al sofá.

Poco después, volvió con una taza de café hirviendo y sonreí cuando miré que se estaba quemando, me ofreció la taza con una mueca y la acepté con todo gusto.

—Mamá no volverá hasta dentro de dos horas, así que... ¿Cómo llegaste?

—Tenía un dinero ahorrado, además mi primo vive aquí.

—Eso es genial...

El largo silencio que le siguió a eso me dio el tiempo de tomarme el café y poner la taza en una mesita que estaba cerca. Miré a Emily y lo sonrojadas que estaban sus mejillas, el calor hacía que sudara y que su cabello se pegara a su frente, sus labios no muy gruesos y rosados, su mano estaba en constante movimiento, como que si no pudiera tener tranquilidad. La tomé y entrelacé sus dedos con los míos sin poder aguantar más y me miró con una profundidad que no pude descifrar.

—Te amo-sus labios pronunciaron y se acercó a mi poco a poco, pero yo no podía esperar y la besé con necesidad, con hambre. La besé como besas a quien nunca habías tocado pero que siempre habías necesitado.

—¡Que bonito espectáculo, Emily Gabriela! Me encanta llegar a mi casa y encontrarme a mi hija regalándose.

Emily se separó de mi con premura y se paró del sofá con la cara roja, y yo sólo miré a la mujer que estaba parada frente a la puerta.

—¿Es en serio esto, Emily? ¿Te volviste puta? Nunca imaginé tener una hija zorra.

La mujer se acercó a Emily, quedando cara a cara y la rabia empezó a apoderarse de mi. Rabia hacía la mujer que lastimaba a la chica a la que yo amaba.

—Te odio tanto. Por tu culpa se fue tu padre, seguro te le echaste encima. Pobre chico-me miró.— Te tiene en sus garras ¿No es así? ¿Qué más puedes esperar de una perra como esta?-señaló a Emily.

—Le recomiendo... señora-escupí con asco.— Que se vaya relajando porque esto que usted hace es abuso, y puedo demandarla. Yo no soy débil, ni tampoco soy Emily para aguantar que le hable así a su propia hija. Así que por favor...

—Cállate, imbécil ¿Estás enamorado de mi hijita la zorra? ¿Es eso?

—Amo a su hija.

—Ella no puede ser amada ¡NO PUEDE!

De un momento a otro su mano voló hacia la mejilla de Emily, y su otra mano le metió un puñetazo en el estómago. Ems se dobló y gimió del dolor mientras de sus ojos caían lágrimas. Lágrimas que iniciaron una furia desmedida en mi.

No pude más, y empujé a la puta (porque eso es) hacia un lado, y tomé a Emily de la mano. Abrí la puerta, dejando atrás los gritos de su madre y la llevé conmigo mientras ella lloraba sin parar.

En ese momento, más que nunca, quise protegerla. Quise llevarla al fin del mundo si era posible.

Y tal vez no era una idea tan loca...

N/A

Pueees, aquí está.

Juro que amé este capítulo y espero que ustedes también lo amen. Realmente duré como una hora escribiéndolo a pesar de que es corto y pueees... eso.

Pd: anteriormente tenía la historia registrada en "Otros" por equivocación (y entré al ranking:'v) pero acabo de cambiarla a Historia corta y eso significa que ya no estoy en el ranking, so... lloro por eso:'v, eso, bai xx.