I'm yours |Jamie y Dakota| II

Capítulo 14

Más tarde, acompañé a mi padre a la puerta y me despedí de él en las escaleras de la entrada.

-Ten cuidado hija, cuida mucho a mi nieta y llámame si necesitas cualquier cosa.

-Lo haré, muchas gracias por todo papá.

-No me des las gracias, te quiero hija –sus brazos me rodearon una vez más con fuerza y después se alejó un paso- Dime algo Dakota ¿eres feliz con él?

-Lo amo papá.

-Se ve en tus ojos, solo quería estar seguro para seguir guardando mis rifles en el armario –después miró sobre mi hombro y supe que él estaba allí.- Tienes mi permiso Dornan, hazla feliz.

-Es mi propósito en la vida señor Johnson.

-Puedes llamarme Don –me miró una vez más- nos veremos.

Se subió al auto y se marchó, yo miré Jamie que permanecía recargado contra el marco de la puerta con los brazos cruzados sobre su camisa blanca de algodón, tenía una pequeña sonrisa en su rostro, mi sonrisa favorita porque era solo mía.

-¿Qué permiso exactamente te han concedido?

-Te dije que hablaría con tus padres de nosotros –cuando me acerqué a él, me estrechó en sus brazos.- Así que oficialmente, señorita Johnson, estamos saliendo.

-Suenas como un adolescente –reí- bueno, ya que es oficial, deberíamos celebrarlo, ¿no crees?

-Suena bien –se estaba poniendo en plan sexy- ¿Y cómo lo celebraremos?

-Ya veremos después de bañar a las dos pequeñas monstruosidades que están dentro.

-Suena prometedor.

Entramos de vuelta a la casa, mi madre estaba con las pequeñas en la sala, pude ver sus ojeras de cansancio cuando me miró sonriendo.

-Gracias por todo mamá –fui hasta la mecedora de Pipper para tomarla en brazos.- Ahora nosotros nos haremos cargo.

-Muy bien –se puso de pie- si necesitan algo, llámenme, me instalé en la bonita habitación de este piso por su preciosa vista.

-Gracias Melanie –Jamie se acercó a ella y le dio un abrazo que mi madre respondió con agrado.- No sabes lo mucho que nos ayuda tenerte aquí.

-Me alegra serles útil –ella le dio unas palmaditas en el hombro.-Aunque solo podré estar aquí un par de días, tengo que regresar pronto a la promoción de la película.

-No te preocupes mamá, ya has hecho bastante.

Ella se retiró después Jamie y yo subimos a la segunda planta, dos pasillos que formaban una L donde había un montón de puertas de ambos lados, Jamie nos encaminó a la puerta del fondo del pasillo más corto, dentro estaba lo que debía ser la habitación principal, era enorme y toda una pared era un ventanal que daba al enorme jardín trasero, comprobé que tenía una piscina con una pequeña terraza al lado además de un pequeña versión de un carrusel veneciano, todo estaba rodeado de pinos enanos que tenían al menos cinco metros de alto.

-Ven –dijo Jamie tirando de mi hacia una puerta junto al ventanal.

Era el baño, era precioso y tenía una tina antigua con enormes patas de hierro, Jamie comenzó llenarla y salió para traer las cosas de las niñas, yo eché un poco de jabón burbujeante que encontré allí, metimos a las dos pequeñas a la tina, él sostuvo todo el tiempo a Pip mientras yo las enjabonaba y enjuagaba, ambos comenzamos a entonar un montón de tontas canciones infantiles y terminamos con la ropa toda mojada –algunas partes no precisamente por el agua- les pusimos las pijamas y las acostamos en la que era ahora su habitación, justo al lado de la nuestra, la cuna de Pip y la cama de Dulcie ya estaban allí además de sus cosas, las besamos y abrazamos hasta que se quedaron dormidas, Jamie dejó el monitor encendido para dejarlas allí estar al pendiente, volvimos a la habitación.