Capítulo #3

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Emily gritaba y lloraba sin control, y Lucifer absorbía toda su ira e impotencia. Mientras más gritaba Emily, más grande y feo se volvía Lucifer. Grito tanto, que Lucifer pronto no cabía en la casa, y había dejado de ser una tierna bolita para convertirse en un ser gigantesco con alas de muercielago, cuernos gigantescos y afilados, ojos rojo brillante, uñas color sangre y un cuerpo negro.

Lucifer, con un rugido, llevo a cabo la venganza. Destruyo la casa y todos a quien estaban en ella. Con otro rugido iracundo, arrasó con el vecindario, y los niños que nunca pidieron jugar con Emily.

Lucifer, atormentado por el llanto de la niña, destrozaba a todos y todos que alguna vez hubiesen decepcionado a su creadora. Los hombres elegantes, las mujeres de caros vestidos, incluso el cartero; todos tuvieron muertes rápidas y dolorosas.

Finalmente, Emily dejo de gritar. Exhausta y destrozada, se sentó en el suelo de su habitación. ¡Oh!, ¿por qué no había nadie que la amase?, ¿por qué sus padres querían otra hija, cuando Emily hubiese hecho lo que fuese por un abrazo, un beso en la frente, o incluso un buen regaño?

Pero ya no quedaba nadie que la amase. Todos habían muerto a manos de Lucifer. ¿Quien podría amarla ahora?.

Iluminando el cielo nocturno, la estrella a la que Emily pidió su deseo brillaba y bailoteaba en el firmamento. Ella miró a su derecha, y ahí estaba Lucifer, que había vuelto a su forma original. Ella volvió a mirar al cielo, cerro los ojos, y deseo con toda la fuerza de su infantil corazón.

Y al momento exacto de la medianoche, quizá unos minutos antes dependiendo del reloj, el deseo de Emily se hizo realidad una vez más. Con una luz fantasmal, Emily y Lucifer se empezaron a desvanecer.

Cuando llego la luz del sol, Emily y Lucifer se habían ido sin dejar rastro, solo la masacre y destrucción causada por un corazón atormentado.


EmilyWhere stories live. Discover now