CAPÍTULO CINCUENTA Y CUATRO

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Narra Daniel.

Llegamos a nuestro destino. Cogemos las maletas y nos vamos hacia nuestro hotel. Jesús y yo dormimos en una habitación y mis padres en otra.

Dejamos las maletas al lado del armario y Jesús se tira en la cama. Coge el mando y pone la televisión.

- ¿No recogemos? -Pregunto.

- Es que no tengo ganas. -Dice.

-Pues después se arruga toda la ropa, tío.

Al final recogemos la ropa y después si que nos tumbamos a ver la tele.

- Tío, ¿Cuántas veces lo habéis echo?

- Pues dos o tres.

- Que cara tienes.

- Pero no digas nada, que como se entere me mata.

- Que no, que no. -Dice levantando las manos.

- Pues ahora que lo pienso, tengo que comprar condones.

- Creo que abajo hay una tienda y ahí hay condones.

- Pues mañana bajo y los compro.

Narra Ale.

Seguro que ya han llegado así que voy a llamar a Dani.

Llamada telefónica

- No sabes lo que te echo de menos. -Le digo cuando coge el móvil.
- Yo también, mi niña. Me faltas tu en estas vacaciones.
- Bueno solo es una semana, espero poder aguantar sin ti. -Digo no muy segura.
- Podemos hablar por skype.
- Es verdad, aunque ahora no puedo. Cuando pueda te mando un whatsapp.
- Vale, fea. Por cierto, ya no quedaban condones, ¿No?
- Que va, solo uno.
- Pues compro más por aquí, que Jesús dice que hay abajo, en una tienda.
- ¿Se lo has dicho a tu hermano?
- Sí, pero no te preocupes. Él no dice nada. Es mi hermano.
- Eso espero. Tengo que irme, te quiero y te echo de menos.
- Yo también te quiero y te echo de menos, chao.

Fin de la llamada telefónica

Si te enamoras, pierdes. [Terminada]Where stories live. Discover now