Como agua y aceite [Fanfic Corazón de Melón] [Nathaniel X Sucrette]

Día 15. Lunes lluvioso

Scarlet

Odio los lunes. Los odio, los odio, los odio. Es el peor día de la semana. No sólo debía levantarme temprano para ir al instituto por otra larga e interminable semana, sino que para colmo hacía un frío del demonio. La única ventana de mi habitación revelaba un cielo cubierto por una capa de nubes a cual más gris. Me envolví de nuevo en la agradable calidez de la colcha de mi cama y cerré los ojos. Aún era temprano y podía darme el lujo de dormir un poco más, o tal vez tomarme la mañana... Últimamente no me molestaba para nada la idea de desaparecer del planeta por un tiempo razonablemente largo...

Meet me in outer space (Encuéntrame en el espacio exterior)

We could spend the night, watch the earth (Nosotros podríamos pasar la noche juntos observando la Tierra)

I've grown tired of that place, wont you come with me (Yo he crecido cansado de este lugar, ¿no vendrás conmigo?)

We could start again (Nosotros podríamos empezar otra vez)

¡No, no, no! El agradable letargo en que empezaba a sumirme fue interrumpido por Stellar de Incubus, la canción que había elegido como rington de mi móvil. ¡¿A quién diablos se le ocurría llamar a la seis de la mañana?! De mala gana estiré el brazo para alcanzar el odioso smartphone que reposaba en mi mesita de noche. Si eran mis padres de nuevo, indudablemente iba a mandarlos al cuerno. Aún no había decidido si viajaría con ellos de nuevo. ¿Acaso no podían darme unos días para pensarlo con calma? ¿Y qué tal si se me ocurría invitar a un amigo? Aún cabía la posibilidad de que apareciera alguien en busca de un cambio y que estuviera dispuesto a dar un par de vueltas por el mundo conmigo...

La pantalla, sin embargo, reveló que era alguien más la que estaba del otro lado de la línea. Leer el nombre "rubito" junto a la llamada entrante hizo que diera un respingo. ¿Pero qué rayos quería Nathaniel a estas horas? Ayer acordamos los detalles de nuestro flamante plan contra Melotiel. No teníamos nada pendiente, aunque empezaba a hacerme una idea de qué era lo que el señor perfecto pretendía comunicarme, y en vista de ello colgué antes de arroparme de nuevo con la colcha. ¡Joder! ¡Quería dormir! ¡¿Qué adolescente normal se levanta tan temprano?!

A estas alturas, por supuesto, ya tenía suficientes pruebas como para afirmar que el delegado principal de Sweet Amoris era todo menos una persona común y corriente. Y como para confirmar lo anterior, mi móvil volvió a timbrar varias veces a pesar de que en cada ocasión no hacía más que colgar. ¡Qué irritante! Finalmente me cubrí el rostro con una almohada y dejé que el móvil continuara reproduciendo mi rington.

How do you do it, make me feel like I do (¿Cómo haces para hacerme sentir así?)

How do you do it, its better than I ever knew (¿Cómo lo haces? Es lo mejor que he conocido)

Meet me in outer space (Encuéntrame en otro espacio)

I will hold you close, If your afraid of heights (Te abrazaré fuerte, si tienes miedo de las alturas)

Pero qué insistente era el señor perfecto. La llamada acabó en el buzón de voz. "Por favor que cuelgue, por favor que cuelgue, por favor que cuelgue", murmuré sabiendo de antemano que eso no iba a suceder.

"Scarlet. Sé que estás ahí. Deja de ignorarme"

Me quedé en silencio. Quizá el rubito psicópata desistiría si no escuchaba una sola palabra de mi parte.

"Cielos... vaya que eres terca", dijo sonando un tanto exasperado. "Escucha, entiendo que no es para nada atento llamar a esta hora de la mañana, pero el viernes pasado no viniste al primer periodo de clases y..."