Capitulo 2: La Tragedia

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Todo iba bien en la fiesta, Artemis, Kaname, otros niños y yo estábamos jugando correteandonos por los jardines.  Kaname solía ser el más serio y reservado de nosotros pero siempre que le pedía jugar conmigo él accedía gustoso.

El anunciante pidió atención para la aparición de la reina y todos nos acercamos para alcanzar a ver. Mi madre bajó las escaleras con su elegante vestido blanco llevando con porte y honor su hermosa corona.
La gente la reverenciaba a su paso y pude ver en todo su esplendor  la magnífica belleza que poseía.

— Les agradecemos su presencia en la celebración de cumpleaños de nuestro hijo primogénito Artemis, esperamos que se diviertan y pasen una buena noche—

Después de la presentación y el discurso la fiesta siguió con normalidad, cuando de repente se oyeron unos fuertes ruidos, Kaname desapareció y todos se disiparon corriendo y gritando entre la multitud igual de aturdida.

Artemis tomó mi mano y me llevó a uno de los pasadizos del castillo, corrimos por el largo y oscuro pasillo esperando que nadie nos siguiera, mi visión se había cumplido, los cuerpos sin vida de muchos  de nuestros conocidos, sangre por todos lados y el insistente aroma a muerte se sentía aún tan lejos del salón principal .
Mi padre nos encontró mientras caminaba por otro pasillo con mi madre, nos encontramos en una intersección donde ambos pasillos se juntaban.

— ¿Niños se encuentran bien? — mi madre se arrodilló frente a nosotros analizando que estuviéramos ilesos.

— Debemos seguir —

Mi padre nos llevó fuera del castillo, los 4 salimos corriendo con la intención de llegar al cementerio donde una cripta nos sacaría de los alrededores del castillo,  pero los culpables de esa masacre conocidos comúnmente como "caza vampiros" nos venían pisando los talones.

— Les daré el mayor tiempo que pueda— mi padre tomó de las mejillas a mi madre besándola.
— No... si te quedas—

— Es la única oportunidad mi amor—

Ella comenzó a llorar aferrándose a él, a que su familia siguiera unida aún cuando sabía que no podría ser así.

— Los amo a los tres—

Mamá nos tomo de la mano y siguió corriendo.
Era una escena aterradora, mamá,  Artemis y yo corriendo por el bosque cubierto de nieve temiendo por nuestras vidas. 
En eso escuché a mi madre caer, los cazadores la habían atrapado.

— ¡sigan adelante!  ¡Corran! — 

Vi como su corona caía a la espesa nieve y también vi la sangre que empezó a fluir de la herida provocada por una flecha que la atravesó justo en el corazón.
Artemis tomó mi mano nuevamente y siguió corriendo aún más rápido conmigo.

—tengo miedo— le dije a Artemis.

— todo estará bien solo sigue corriendo—

Ya podía ver el cementerio cuando todo se volvió oscuro...

Lilith

Al despertar me encontré en una habitación que no conocía, la cama era mullida y la decoración era reconfortante, parecida a la del castillo.

— ¿Artemis?— no lograba recordar que había pasado, necesitaba a mi hermano, necesitaba a alguien.

— Despertaste— Kaname llegó con un vaso lleno de lo que podía oler era sangre.

— Kaname, ¿qué pasó? —

— Mis padres los encontraron y los sacaron de la vista de los cazadores, no sabemos a qué se debió ese asalto, no podemos contactar con el consejo—

— ¿Artemis está bien?—

— Si pero tus padres ...—

— Lo se, yo lo vi todo—
Kaname tomó mi mano en aras de ánimo y me dedicó una bella sonrisa, por un momento pude sentir tranquilidad.

Terminamos viviendo con los Kuran mientras las cosa se tranquilizaban, aunque sabíamos que cada vez empeoraban, los padres de Kaname se veían angustiados, hablaban sobre que el consejo quería usar las habilidades de los sangre pura como armas en una guerra contra los cazadores.

Una guerra que aún no comenzaba pero tenían planeado que pasara.

Los meses pasaron rápido y a petición de la familia Kuran nos fuimos unas semanas con mi abuela quien vivía fuera del país. No tardamos en volver, el consejo quería mantenernos en donde pudieran vernos.

La sorpresa más horrorosa  que pudimos haber imaginado fue que unos vampiros rebeldes mataron a Haruka y Juri. 

Me sentía incapaz de poder consolar a Kaname, quería apoyarlo, quería ser de ayuda como él lo había sido para nosotros pero mis intentos parecían ser en vano.

El consejo cuido de nosotros tres por mucho tiempo, éramos armas valiosas que ahora estaban a su total disposición.

El día del aniversario de la muerte de mis padres me decidí a seguir a Kaname pues había estado actuando extraño desde la muerte de sus padres, yo había decidido a guardar mi distancia pero cada vez era más evidente que algo no estaba bien.

Al final de un día aburrido usual de Kaname, se acercó a una casa, una casa que apestaba a humanos y entró con tranquilidad, el dueño de la casa era un señor rubio, con el cabello largo, lentes y apariencia algo desaliñada, él lo llevó a ver a una niña aproximadamente un año o dos menor que nosotros quien lo recibió con alegría.

Vi la imagen por la ventana, Kaname le sonreía y acariciaba el cabello mientras ella se aferraba a él en un gran abrazo.
Mi mente no lograba entenderlo y mi corazón se rompió ese día, una niña humana tenía más poder sobre la felicidad de Kaname  que yo.
Yo no era suficiente para alguien como él, yo era una niña, una niña perdida, rota y sin nadie en el mundo.

Esa noche y a la edad de 10 años me fui, me separe de ellos y anduve vagando, era una clase de berrinche, ahora lo veía así, era la forma de descargar mi enojo contra Kaname, irme y que me extrañara, pero jamás me busco, jamás lo volví a ver y yo ya era incapaz de volver a buscarlo.

Una  ex-subordinada de mi madre me encontró, me reconoció enseguida y me ofreció su ayuda, ella fue quien me crió en los años que siguieron, quien me enseñó lo que mi madre me hubiera enseñado y me dejó ir cuando vio que estaba lista para enfrentarme al mundo que me aguardaba.

— En algún lado está una corona en busca de su descendencia, así que encuéntrala y llévala de vuelta a casa, vive el camino que tú desees vivir, sin importar cuál sea te llevará a ella y lo sabes—

— Lo se Keila, y estoy lista para recorrerlo—

7 años después de haberme separado de mi hermano y Kaname entré a una preparatoria porque quería estudiar y tratar de llevar una vida normal. Tenía tiempo de sobra para vivir las vidas  que quisiera y está era una de ellas.

Miré el gran portón delante de mi y leí las letras inscritas en herrería justo encima del portón
"Internado Croos"

—Bien turno diurno, aquí vamos—

Vampire Knight -Fanfic- Vol.1 [EN EDICIÓN]Kde žijí příběhy. Začni objevovat