Hola, novio.

Treinta y tres.

Hola, novia.

¿Estás bien?

No has ido por mis cartas y eso me preocupa, ¿dónde estás que no te veo? Y sí, seré tu Romeo.

Pero estoy preocupado, hace mucho no me mandas cartas y quizá no te he mandado yo más, pero es difícil hacerlo sin tener una respuesta a cambio. Siento que le escribo a la nada y eso es frustrante, perdón si no lo he hecho.

Quiero verte, princesa. Quiero ver tu linda cara y no sé si estoy alucinando, pero empiezo a recordar a alguien castaña. O bueno, quizá fueron mis amigos los que contribuyeron a eso. Ellos me dijeron como eres y mi cerebro está haciendo su trabajo para imaginarte.

Estos días sin ver una carta tuya han sido difíciles, te extraño muchísimo y sigo anhelando que vengas por las mías. Me estoy acostumbrando a ti.

Te amo...

Atentamente, tu novio.