The beginning of the end

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Capítulo 23

—¡Aron!, ¿dónde está Tony con los telépatas?

—No lo sé, fue a reunirlos con Amber... Quiero decir, Carol, y no han vuelto.

Lo miré atónita y solté una sonora carcajada.

—Lo sabía. Esperemos, ya llegarán. ¿Ya están aquí los chicos que manejan invisibilidad?

—Sí, comienzan a formarse.

—Bien. ¿Quién manejara las armas?

—Todos debemos tener por lo menos una daga de plata y una pistola de balas de marfil acompañándonos.

—Perfecto, ¿puedes darme la mía?

—Claro que sí. —Me entregó una daga de treinta centímetros de largo, y una pistola con silenciador de balas de marfil.

—Y... ¿De dónde han sacado todo esto? Solo se consigue en roma.

—Nick tiene familia en el Vaticano, saben cómo tratar con criaturas como son los Lycans.

—Perfecto, solo necesitábamos esto para estar listos, ahora pueden venir y podemos darles una buena sorpresa.

Rió y tomo su arma.

—Totalmente, pequeña vampiresa.

Sonreí y en ese momento recordé aquella cita que tenía pendiente, miré el reloj y habían pasado 5 minutos, me excusé y comencé a caminar hacia el aula de manejo.

Al llegar allí, toqué la pared de la cual salió un pequeño destello y se abrió. Me adentré en el pasillo que comenzó a alumbrarse con antorchas y llegué por una de las puertas al gran salón, donde la gigante esfera brillaba con más intensidad que la última vez que la vi, sonreí al ver un camino de velas que descendía hasta el telescopio que tenía una letra "F" grabada.

—Llegaste. —Dijo detrás de mí y sonreí, volteando a verlo.

—Siempre vendré a ti.

Sonrió y tomó mi mano, nos sentamos en el suelo al lado de la esfera.

—Nunca me has dicho para qué es ésta esfera.

Volteamos a mirarla y la esfera comenzó a destellar.

—Esta esfera es la responsable de mantener la academia invisible al ojo humano y de la barrera electromagnética que nos divide con el territorio Lycan. Además, te protege a ti y a Harry.

Lo miré sorprendida y me coloqué de pie, en un extremo tenía una pequeña grieta, la rocé con los dedos y comenzó a cerrarse, quité la mano y volteé a mirar a Frank.

—¿Qué ha sido eso?

Sonrió.

—Has sido tú. Eres de la realeza, solo tú puedes manipularla.

Reí y volví a echarme a su lado, recostándome en el.

—No quiero ser reconocida por ser de la realeza, las etiquetas dañan a las personas, las hacen egocéntricas y hambrientas de poder... Creo que eso fue lo que les pasó a mis abuelos, en medio de su búsqueda del poder quisieron acabar con todo a su paso.

Frank suspiró y me abrazó, colocando su cabeza sobre la mía.

—Creo que eso les pasa mucho a los humanos, siempre quieren tener más y se olvidan de que también hay otros al lado de ellos.

—¿Llegaste a ser así algún día?

El silencio se apoderó del lugar por unos minutos.

—Creo que sí, pero ese ha sido el mayor error de mi existencia, esa ambición me condujo a la muerte y no debió ser así.

Academia Bleed (Versión física disponible)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora