petite rousse (elrubiusomg).

kiss contest.

Tomé furiosa a Rubén del brazo y lo llevé a un lugar alejado de los chicos, para que no escucharan nuestra conversación.

—¿qué concurso?—le pregunté, cruzando mis brazos—. Explícame todo Rubén, te juro que si no lo haces yo...

Quería matarlo, tirarlo a un rió y después encontrar su cuerpo para quemarlo y hacerlo cenizas, y estaba a punto de perder el control cuando él, como en cualquier película romántica juvenil, me toma de las mejillas y me besa para callarme.

No quise dejarme caer en sus encantos españoles/noruegos, pero me fue imposible en ese momento. Sus labios eran como el mismísimo cielo, y su barbilla raspaba un poco.

Nos separamos, volví a cruzar mis brazos y ahora más calmada, Rubén comenzó su relato.

—Un famosísimo fotógrafo comenzó un concurso—explicó y sus ojos verdes no se apartaban de los míos—. Quién ganara tendría la oportunidad de hacer una exposición con sus fotografías, además de un reconocimiento de su parte. Y como tú eres arte, decidí fotografiarte, y como si fuese poco gané.

Mi cabeza no podía procesar toda esa información tan rápido. Los costados de mi cabeza dolían y comencé a sentirme mareada. Entonces... ¿Rubén ganó gracias a mi?

Con las pocas fuerzas que me quedaban le abracé por el cuello, amablemente y susurré un:"felicidades, Rubius" seguido de un "creo que me voy a desmayar".

Me tironeó sin piedad alguna y subimos a su habitación, me obligó a recostarme en la cama y una vez en esa posición me pasó un sobre amarillo.

—ábrelo—sonrió ampliamente mientras se sentaba a mi lado. Luzu y lana miraban expectantes desde el marco de la puerta—.

Abrí el sobre y sonreí con Rubén. Le miré a los ojos y pude darme cuenta de que le brillaban, pero era un brillo aún más fuerte que el que naturalmente tiene. Era su trabajo.

Fotografías de mi en la playa, en la calle, con filtros, sonriente, seria, en todas las maneras que podría encontrarme él las tenía fotografiadas.

—Son para ti—murmuró tocándose el cabello—. Al fin y al cabo, sin ti nada de esto podría haber sido posible...

Él se levantó de su asiento y después me mostró otro sobre, pero blanco. Me lo tendió y al reverso pude leer:"Para Rubén Doblas Gundersen, por sus excelentes fotografías (y modelo). Thomas Morgue".

Me volví a su mirada color Esmeralda y no dudé en volver a abrazarle.

—Eres increíble Rubén.