Drama de un asesino enaMORADO

Hola Amor.

Habían pasado ya varios días desde que los animatrónicos habían encerrado a Scoth en aquella bodega. Las horas pasaban y él trataba de sobrevivir con algunas sobras de comida que había en el lugar. Al caer la noche, se escuchó la ruptura de una de las ventanas de la misma bodega y el forcejeo de la puerta. Scoth se alertó por aquel ruido, por lo que buscó esconderse bajo la mesa sin hacer llamar demasiado la atención. Al abrirse la puerta, en lugar de observar algunos pies animatrónicos, pudo divisar pies de un hombre que llevaba puesto el antiguo uniforme púrpura de guardia de seguridad. Aquellos pies caminaban de un lado al otro, al parecer buscando algo en específico mientras tarareaba la canción del toreador de Sevilla. Cuando lo halló, lanzó una pequeña risa y caminó nuevamente a la puerta. Scoth, al darse cuenta que era una hacha lo que llevaba pensó en voz baja sin darse cuenta: "Demonios, ¿Estuvo aquí todo este tiempo?". El hombre que salía escuchó aquellas palabras, por lo que tiró el hacha en el suelo y se giró para buscar la fuente de tal voz. Al encontrar de dónde venía alzó la mesa, encontrándose de frente con Scoth. Ambos quedaron sorprendidos.
―¿Vincent?― dijo Scoth sorprendido
― Oh valla, pero si es el famoso operador... el "Chico del teléfono"... ― Respondió el uniformado.
―¿Qué haces aquí? Este lugar cerró hace días. ― Preguntó el rehén
―Creo que eso quiero saber de ti ― El chico del hacha se agacha y acaricia su mejilla - ¿Qué haces aquí?...