Pero antes debes saber algo.

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―Vincent ― Dijo Scoth rompiendo el silencio ― ¿A qué te referias cuando dijiste que esas cosas te tenían miedo?...

 Scoth acarició el cabello del chico púrpura. Este agachó la mirada 

― Ellos siempre lo han tenido. Desde el día en que acabé con su vida.

El recepcionista quedó perplejo; El ex guardia continuó 

― Nadie, ni si quiera sus padres los querían. Decían que si pero nunca se los demostraron. Yo quise ayudarlos. Pensé que si me los llevaba y sus padres notaban su ausencia ellos los buscarían y entonces serian amados, no sufrirían lo que yo sufrí con mis papás. Los engañé con el disfraz del oso morado... Haciéndoles promesas de una fiesta secreta, pero luego sus gritos... Su llanto... Llamaban a sus padres y ellos no me escuchaban, llamaban a quienes siempre los ignoraban y aunque yo quería ayudarlos, yo era el malo ― Vincent comienza a llorar mientras Scoth toma su mano y escucha atento.

―Me llamaron de la peor forma... Sus gritos no cesaban. Yo sólo quería ayudarlos y entonces... ――¿Entonces? ― dijo Scoth mientras miraba los ojos de su amado.

― Entonces mi cuchillo acabó con ese espantoso ruido ― Respondió en hombre de morado con una mirada perdida. Scoth le besó decidido, después dijo en su oído.

― No estás solo ya... Vincent. Yo estoy aquí   ―   

― Lo estoy... Estoy solo y ellos también. Nadie puede estar para nosotros. Somos monstruos... ― Respondió el ex guardia púrpura mientras miraba a la puerta.

―No lo eres... Tú no Vincent ― Dijo Scoth seguro de sus palabras ― Te amo... Vincent.

Al escuchar esas palabras, Vincent se quedó frío. Miro a los ojos de Scoth pensando si lo que decía era verdad. Ambas miradas se cruzaron fijamente sin decir nada durante varios minutos, hasta que Vincent se levantó y comenzó a vestirse. Scoth se colocó su bóxer y le abrazó por la espalda, acto que el ex guardia correspondió con caricias en sus manos. 

―¿A dónde vas? ― Preguntó el recepcionista besando el cuello de su chico.

 ―A terminar lo que empecé ―  se separó del abrazo de su amado y se colocó su gorra ― Alejate de mi Scoth. No estés con un monstruo como yo.

Drama de un asesino enaMORADOOnde as histórias ganham vida. Descobre agora