Se que te gustará.

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Vincent empujaba fuerte, tratando de acostumbrarse a su estrechez, mientras Scoth trataba de hacer el menor ruido posible, soportando aquella erección dentro de él. Los movimientos comenzaron a hacerse más rápidos, así como el ruido del acto invadía el lugar. El choque de los cuerpos provocaba un impacto que rebotaba por las paredes y los gemidos de Scoth inundaban de placer los oídos de Vincent quien no paraba de jadear.

Pasando unos minutos el chico púrpura giró a Scoth y lo recostó en el escritorio. Tomó sus pies y los colocó en sus hombros. Comenzó a penetrar nuevamente y acariciaba el cuerpo del recepcionista, quien no paraba de gemir y miras los ojos del ex guardia de seguridad.

―Vincent... No pares ― decía con voz entrecortada al chico que ya había tirado el cuchillo al suelo para poder tomar mejor a su hombre. Los gemidos y jadeos, aunados al choque de cuerpos armonizaban el acto.

El chico de morado se quitó la camisa y tomó a su compañero entre sus brazos. Lo cargo y comenzó a balancearlo para que la inercia les diera más movilidad y placer. Scott tomó el cabello de su chico de morado y comenzó a besarle de la manera más intensa que pudo haber besado en su vida. Al cansarse, pegó a Scoth a la pared y comenzó a penetrarle con más fuerza. Los gemidos que el recepcionista soltaba se escuchaban por todo el lugar. Incluso se habían olvidado del lugar donde estaban, sólo querían estar juntos de esa manera. Los besos, las caricias, el placer que chorreaba en sus cuerpos mezclado con el sudor de ambos provocaba un baile donde sólo ellos dos eran protagonistas.

Entre toques y calor pasaron horas derrochando el sentimiento mientras demostraban la pasión que pasaron años guardando. Vincent tomó a Scoth en sus manos y lo puso agachado en el suelo, se colocó tras el y continuó con su tarea de amarlo mientras el chico del teléfono se recostó en el suelo, sintiendo como su compañero lo proculizaba, mientras estimulaba su sexo ya humedecido.

― Scothy esto es increíble... me siento realmente contento ― Gritaba Vincent mientras acariciaba el cuerpo del recepcionista, quien entre gemidos respondió.

― Vin... Siempre anhelé hacer esto contigo... continúa...

La excitación de ambos llegó al punto máximo, provocando que en esa posición ambos exploraran, Vincent llenando a Scoth y este, en la mano de Vin. Ambos se recostaron en el suelo, demostrando su cariño con caricias y besos.

Drama de un asesino enaMORADOOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz