CAPITULO 1 - ¡NO ENTIENDO NADA!

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- ¡No entiendo nada!

Grité con la carta en mis manos. Al parecer Ángel no había sido muy claro en sus palabras, pues me dice que me ama, pero no me da una explicación clara de por qué se fue, me dice que no podrá verme durante bastante tiempo, que tiene que protegerme y ayudar a su familia, pues lo necesita y que espera que yo logre en algún momento entender lo que pasó, pero no entiendo nada.

- ¿No entiendes que niño?

- Nada, disculpe don Santos.

- Pues claro, yo levanto los bancos. ¿Qué crees que hago aquí?

- Perdón.

- Ya vete, tengo que trabajar.

Me fui de la escuela, sin entender nada y para colmo no podía ir a su casa porque se fueron, nunca supe donde vivían los familiares del oriente. Empecé a caminar de tal modo que no me di cuenta cuando llegué al parque donde nos encontrábamos con Ángel, iba con la carta en mis manos y el fuerte viento que soplaba esa mañana, era la época de más viento en el país y de pronto choqué con un joven que igual que yo venía distraído y accidentalmente cayó de espaldas.

- ¡Disculpa no me di cuenta!

- Disculpa tú, estaba distraído.

- Ven te ayudo a levantarte.

- ¡Qué pena contigo!

Ayudé a recoger unas cosas que cayeron al suelo, estaba muy apenado con él.

- En serio, disculpa, no te vi.

- Ya, tranquilo, estas cosas suelen pasar.

Seguí mi camino a casa y esa noche en mi casa, traté de entender lo que pasaba, pero por más que lo intentaba no sabía qué hacer, no me sentía bien y nada me alegraba. Karen sabía todo pero a pesar de eso no pudo ayudarme.

Los días comenzaron a pasar y mi tristeza no cambiaba, es más, hasta me sentía peor. Cada día fui a la casa de Ángel tratando de encontrarlo pero no pasaba nada.

A un mes de todo la casa fue habitada y ya ni Carlitos aparecía por ahí para medio platicar con él. La verdad que me siento muy mal, porque no sé qué hacer con esta situación, Lorena trata de hablar conmigo, mi papá se ha vuelto muy malhumorado, bueno, más de lo normal, pero actúa como si supiera lo que me pasa pero no habla del caso, no dice nada.

He visitado la casa de Ángel en varias ocasiones tratando de encontrar respuestas y pistas que me digan cómo encontrarlo, no puedo hacer mucho porque trato de ir a escondidas porque no quiero que sepan dónde estoy.

La casa de Ángel está ocupada y no he visto a nadie de los compañeros, bueno ex compañeros, mi única esperanza que alguien de ellos sepa algo y este fin de semana es la entrega de la documentación y debemos ir a retirarla.

No quiero ir a la escuela, no tuve una buena despedida, los tipos de octavo me lastimaron y no hay nadie para ayudarme si ellos me quieren hacer algo. Después de la fiesta juré no volver a relacionarme con ellos y con los demás pues equis no tenemos nada que hablar, pues fui el ultimo, bueno el penúltimo en integrarme al grupo que ya tenía años de conocerse, es cierto, Alma talvez sabe, vivía cerca y eran compañeros desde hace mucho tiempo.

El día de la entrega de documentos busqué a Alma y por suerte estaba con una compañera

- Alma hola, hola – Sonreí a la otra chica

- Manzanito Rey, que gusto verte

- ¿Podría preguntarte algo?

- ¿Ángel?

Un Hombre de VerdadWhere stories live. Discover now